Por Gonzalo Gobbi
@gonzalogobbi

El inicio de la segunda ola de coronavirus no se ve reflejado, al menos todavía, en un crecimiento exponencial de las internaciones en las clínicas privadas de Mar del Plata. La ocupación de camas se mantiene dentro de los mismos niveles que en los últimos dos meses, aunque no descartan que crezca en las próximas semanas.

A la espera de las nuevas restricciones que el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires anunciaría en los próximos días a raíz del aumento de los contagios y de la velocidad con la que viene dándose ese crecimiento, en la ciudad no se advierten indicios de una saturación del sistema sanitario privado y al mismo tiempo son bajas las internaciones en los hospitales públicos.

De hecho, la ocupación actual de camas es cuatro veces más baja que en el pico de la pandemia.

General Pueyrredon acumula alrededor de 46.500 casos de coronavirus, de los cuales más de 43.000 ya superaron la enfermedad y otros 2000 son casos activos actualmente.

De esos 2000 pacientes bajo tratamiento, más del 80% atraviesa la enfermedad en su domicilio y menos de un 20% demanda internación.

Según pudo saber LA CAPITAL, en medio del fin de semana largo de Semana Santa hay 55 personas internadas en las distintas clínicas privadas de la ciudad, de las cuales diez demandan Asistencia Mecánica Respiratoria (ARM) y son considerados casos graves. 

Otros 22 pacientes son atendidos en el Hospital Interzonal, el Materno Infantil y el Hospital Modular.

De acuerdo con los últimos reportes oficiales de la Secretaría de Salud del Municipio, en General Pueyrredon hay 22 personas internadas por Covid en las unidades de terapia intensiva -15 requieren ARM-, número que se compone a partir de la ocupación de camas en las clínicas y los hospitales.

Ni alarma ni relax

Desde la Federación de Clínicas, Sanatorios, Hospitales y Otros Establecimientos de la Provincia de Buenos Aires (Fecliba) advierten un “crecimiento en el número de casos positivos” que “todavía no se ve reflejado en internaciones”.

El presidente de la institución en la ciudad, Doctor Gustavo Elicabe, explicó en diálogo con LA CAPITAL que la ocupación de camas en las clínicas privadas “se mantienen en los mismos niveles de febrero”, con “un porcentaje alto, pero mayoritariamente no por Covid”, sino por otras patologías.

“Nuestras clínicas antes de la pandemia trabajaban al 85% de su capacidad, incluso al 100%, pero mientras que en agosto en la Clínica Pueyrredon hubo 40 pacientes con Covid internados, hoy hay 15 y todavía no se incrementó de manera significativa, aunque estamos viendo una curva ascendente de contagios de acuerdo a los números oficiales”, analizó.

Por ahora “no hay alarma” pero tampoco relax. La curva ascendente de casos positivos que se observa hace unos días en la ciudad “tal vez pueda verse reflejado en las internaciones en siete o diez días más”, advirtió.

El titular local de Fecliba señaló también que la internación en las unidades de terapia intensiva concentra a un porcentaje del total de pacientes hospitalizados. “Hoy son cerca de un 20%, mientras que el 80% de los casos se encuentra en el resto de los pisos”, dijo en relación a la situación de la Clínica Pueyrredon.

“La ocupación es relativa. En agosto y septiembre del 2020 se retrajo la ocupación de camas por otras patologías y lo que subía era la cantidad de casos y las camas dispuestas para internar a pacientes con Covid en terapia intensiva, sector separado del resto de la terapia y que requiere un espacio limitado”, aclaró el doctor Elicabe.

En el Hospital Privado de Comunidad (HPC), en tanto, hasta ayer había 12 pacientes internados con coronavirus, mientras que en la Clínica Colón hay otras 11 personas infectadas bajo tratamiento y unas 15 en la Clínica Pueyrredon. En ninguna de estas instituciones hay un desborde sanitario en este momento, pero sí preocupación por lo que pueda ocurrir en las próximas semanas.

Con respecto a la situación en el ámbito público, según pudo saber LA CAPITAL actualmente hay dos pacientes con coronavirus internados en el Hospital Materno Infantil (un menor y una embarazada), mientras que entre el HIGA y el Hospital Modular hay 10 pacientes con Covid bajo cuidados generales, tres en terapia intermedia y siete en terapia intensiva.

El nuevo pico

Si algo volvió a quedar demostrado es que toda curva de contagios tiene un pico. En Mar del Plata, el momento más álgido de la primera ola se dio entre septiembre y octubre, cuando llegó a haber cerca de 90 pacientes internados en las unidades de terapia intensiva y unos 3500 casos activos. Las clínicas estuvieron al borde de su capacidad, al límite de colapsar.

Los especialistas contemplan todos los números. “Son los casos activos los que van a demandar internación”, advirtieron desde Fecliba, desde donde proyectan que el pico de esta segunda ola que recién comienza podría darse “en las próximas seis u ocho semanas”, plazo en el que, según anticipó el jefe de Gabinete del Ministerio de Salud bonaerense, Salvador Giorgi, la provincia aplicaría restricciones en distintas actividades para reducir la circulación en la vía pública y acelerar la campaña de vacunación entre los adultos mayores.

“Según lo que está manifestando el Ministerio, en las próximas seis semanas vendría el pico“, señaló el presidente de Fecliba en la ciudad. “No se espera ahora, sino en los próximos dos meses, cuando crecería la internación”, aclaró.

Segunda ola: “Puede ser un tsunami o algo controlado”

Infectólogos y médicos de distintas clínicas de la ciudad consultados por LA CAPITAL coinciden con la proyección que realiza el Ministerio de Salud, tanto a nivel provincial como nacional: en las próximas seis u ocho semanas podría generarse un importante incremento de los casos de coronavirus que marcarían en la ciudad la curva de la segunda ola de contagios por la que atraviesa el mundo.

Ahora bien, desde la Federación de Clínicas, Sanatorios, Hospitales y Otros Establecimientos de la Provincia de Buenos Aires (Fecliba) advirtieron que la sociedad “aún está a tiempo” de que dicha segunda ola sea “algo manejable sanitariamente” o bien “una situación descontrolada y de desborde”.

¿De qué depende? Básicamente del cuidado personal y colectivo en primer lugar, y del avance de la campaña de vacunación en segundo término.

“El mensaje es al revés: la gente piensa que si la segunda ola ya está, hay que aprovechar ahora que estamos bien para hacer todos los desastres, como un chico que se porta mal antes de que lo reten. No. La ola puede ser un tsunami o algo controlado, tolerable. Eso depende del comportamiento de la gente, no de un milagro o de un salvador, sino de los movimientos de la vida social“, expresó el presidente de Fecliba en la ciudad, Gustavo Elicabe.

El profesional destacó que es en esos movimientos de la vida social y cotidiana donde se producen los contagios y advirtió: “No es lo mismo que una persona contagie a sus convivientes que a toda la familia y también a sus amigos y compañeros de trabajo u otras personas. Muchas veces la gente se confía porque no hay tantos casos y se junta. Todo eso cuesta, pero el cuidado es central”, remarcó.

El cuidado personal repercute en el otro. En las clínicas de la ciudad, la mayoría de los pacientes internados por coronavirus son personas con enfermedades preexistentes.

“Hay mucha gente de entre 50 y 70 años con enfermedades que ya se atendían y cuando alguien los contagia, son los primeros en complicarse y requerir internación con cuadros que pueden complicarse”, ejemplificó el doctor Elicabe.

Por ello, “si nos cuidamos a nosotros, cuidamos a los demás, porque todos los días muere gente porque alguien los contagió” y frente al incremento de los contagios enmarcado en la segunda ola “es fundamental resguardarnos en los próximos dos meses”, sugirió.

“La mayor parte de la gente se cuida. A veces solo se ve quienes hacen las cosas mal, pero se generó una conciencia por miedo individual. Hay que apelar a tener conciencia de que somos vulnerables individualmente, pero los que no son tan vulnerables son los que más tienen que cuidar al otro”, subrayó.

Por último, el presidente de Fecliba remarcó la importancia de respetar las medidas de cuidado, mantener la distancia, lavarse las manos y sobre todo “utilizar bien el barbijo de calidad”. De hecho, afirmó que “el que se contagia usando barbijo, el cuadro va a ser más leve” e instó a “pensar en qué lugares y situaciones estamos con otras personas sin barbijo y tratemos de no hacerlo; estamos a tiempo”.

Laboratorios: aumentaron los testeos y el índice de positividad

A la par del incremento de casos que viene reportándose en los partes diarios oficiales, en los laboratorios de la ciudad también se advierte una mayor demanda de testeos y, en algunos, un incremento en el índice de positividad de los mismos.

Fuentes de distintos laboratorios coincidieron en que durante los últimos diez días comenzaron a recibir a más vecinos que concurren para hisoparse, ya sea por presentar síntomas, como por haber estado en contacto estrecho con un caso positivo o bien para poder viajar.

Desde el laboratorio de la Clínica Pueyrredon, por ejemplo, advirtieron no solo una mayor demanda, sino que además se duplicó el índice de positividad de los testeos en la última semana.

Desde la clínica, donde se realiza tanto el diagnóstico de antígenos como así también la prueba de PCR, indicaron que “se pasó de tener un 15% de positividad la semana pasada a un 30% en estos últimos días”.

En tanto, desde el laboratorio Fares Taie, señalaron que la demanda de testeos se incrementó en al menos un 60% durante la última semana.

“Notamos un incremento en la cantidad de hisopados de una semana a la otra. Asimismo, creció el número de hisopados por viaje, lo cual baja el índice de positividad porque es generalmente gente sana que se lo hace para viajar”, aclararon desde Fares Taie.

¿El clima influye?

El aumento de los casos de coronavirus coincide con la llegada de los primeros días fríos. En Semana Santa, con el arribo de una importante cantidad de turistas a Mar del Plata, el buen tiempo acompaña. Pero, ¿en qué medida el clima está relacionado con el alza de los contagios?

La infectóloga Cristina Miglioranza aportó su mirada. En primer lugar, reconoció que “está habiendo un leve incremento de casos” pero aclaró que “no hay alarma ni desborde en el sistema sanitario” y remarcó: “Es fundamental el cuidado. Pese a que la gente ya está cansada, debemos insistir en respetar las medidas sanitarias que permiten cuidarnos y cuidar a los demás”.

Respecto de si la situación climática, con la llegada del frío y de las enfermedades respiratorias, influye en el alza de los contagios, la infectóloga resumió su mirada con un ejemplo tan claro como contundente: “Responsabilizar al clima está mal, por supuesto, pero sí es cierto que el clima cambia el comportamiento humano: la gente en vez de juntarse en la plaza o la playa, empieza a juntarse en una casa, sin barbijo y con las ventanas cerradas; entonces ahí la situación es otra y si uno tose y hay cinco, probablemente al otro día cuatro se enfermen”.

A su entender, mientras avanza la campaña de vacunación contra el Covid y se analizan nuevas medidas restrictivas, resulta clave la responsabilidad individual y colectiva para poder amortiguar el efecto de la segunda ola, que podría “complicarse” a partir de las próximas semanas.