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Opinión 31 de marzo de 2021

Pan, Crisis y Pascua

Foto ilustrativa

Por Roberto Gandolfi (*)

Hace poco más de un año, la pandemia sacudió nuestra realidad, profundizando las desigualdades previas, empeorando la situación de pobreza estructural preexistente en nuestras ciudades y aumentando las alarmantes cifras de desempleo que marplatenses y batanenses sufrimos de forma crónica.

Como respuesta a esta situación, desde el Gobierno Nacional se implementó una serie de medidas, como la Tarjeta Alimentar, a la cual accedieron más de 17 mil familias, el Ingreso Familiar de Emergencia, que fue percibido por más de 100.000 titulares o el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), que permitió sostener miles de fuentes de trabajo en el sector privado. Además, se continuó y aumento la provisión de alimentos secos a comedores y merenderos de nuestros barrios.

A este entramado de asistencia estatal, se le sumó en nuestra ciudad una novedosa herramienta que permitió hacer frente a una de las demandas más urgentes y prioritarias: la alimentaria. Nadie elije ir a comer a un comedor barrial pudiendo comer en su casa, pero muchas familias se quedaron sin ingresos suficientes para comprar los alimentos que permitan cocinar en familia, y son las cocinas populares las que garantizan el plato de comida ahí donde hace falta.

Los Comités Barriales de Emergencia, conformados por organizaciones populares, sociedades de fomento, Iglesias, clubes barriales, las universidades, docentes de las escuelas y profesionales de los centros de atención primaria, entre otros permitieron contener a miles de familias de todos los barrios de la ciudad a partir de la distribución de alimentos secos y frescos a comedores y merenderos, que semana a semana producen unas cuarenta mil viandas. Sin perjuicio de haber atendido a otras alertas como la sanitaria o la violencia de género.

Los CBE hacen frente a la demanda más importante de estos tiempos con estrategias innovadoras como la creación y el fortalecimiento de huertas comunitarias y familiares a partir de la articulación con el INTA, o la sinergia lograda con la UNMdP y su programa contra la desigualdad o la colaboración de instituciones como el Banco de Alimentos, articulando también las donaciones del sector privado. Sin embargo, ante el agravamiento de la situación socio-sanitaria que perjudica principalmente a los barrios más vulnerados de nuestra ciudad, la respuesta del municipio es la reducción sustantiva en la entrega de alimentos frescos (proteínas) a los CBE, que en los últimos meses del año pasado rondaban las 20 toneladas semanales entre verduras y carnes, aporte nutritivo fundamental en el sostenimiento de las más de 350 ollas comunitarias en todo Mar del Plata y Batán, donde como dijimos se elaboraron más de 40 mil viandas cada semana de 2020. Ante esta realidad, esta necesidad, se movilizan los movimientos populares en la ciudad.

Estamos en un tiempo especial. El inicio de la segunda ola del virus y el fin de semana largo marcan una situación crítica. Aumentará la circulación comunitaria y la temporada veraniega turística llega a su fin. Habrá menos trabajo. Por otro lado es un signo de esperanza que el operativo de vacunación siga desarrollándose, aun en el marco de incertidumbre que significa la provisión de vacunas a un país periférico como Argentina.

Pero hablando de esperanza recordamos también que transitamos la Pascua, donde la Vida le gana a la muerte para quienes profesamos la Fe cristiana.

Como decía Francisco el año pasado en una plaza de San Pedro vacía: “estamos todos en la misma barca enfrentado una tempestad”. Y cinco años antes les hablaba en Santa Cruz de la Sierra a quienes “están empapados en la tormenta humana”.

Quienes están empapados en esta tormenta pandémica siguen mojados y ahora con menos alimentos nutritivos. Necesitamos volver a la senda del dialogo eficaz con el municipio. Deben recapacitar para juntos lograr un plan que aborde eficientemente el problema del hambre en el partido de General Pueyrredon.

Con la panza vacías no hay Felices Pascuas.

(*) Concejal del Frente de todos y referente del Movimiento Evita.



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