El susurro y la cadencia, las letras lejanas, el ritmo que impone lo electrónico, la presencia de algunos instrumentos orgánicos, tambores trivales y trompetas a veces y siempre la fusión vuelven a ser las claves para meterse adentro del universo sonoro de SLNT, la propuesta musical del marplatense Leo Ferro.

Cada novedad musical que el artista lanza en las plataformas digitales están atravesadas por estas coordenadas, es allí, en ese tejido sonoro mixto donde encuentra su voz más personal. Prueba de ello es “Animal desnudo”, su flamante producción. Se trata de un disco de once canciones que apunta “la reconexión con una energía primigenia”, cuenta a LA CAPITAL.

En ese sentido, se concentró en redescubrir “lo ancestral, lo chamánico” para mixturar esos elementos con sonidos de otras procedencias. El artista habla de lo opuesto: “La cultura post-tecnológica” y su sonar permanente en nuestras cabezas. Así, hace un “ensamblaje entre el mundo orgánico y espiritual, y esta especie de cyborgs en que nos va convirtiendo la vorágine del sistema y el propio ego”.

Compuesto por Ferro, Martín Castelletta y Juan Hoy, “Animal desnudo” reunió a músicos invitados: Martín De Lassaletta en contrabajo, Nachi Dayz en rap, Matías Rivara en trompeta, Ignacio Pomponio en guitarras, Fakuva y Milton Manarino en arreglos.

-¿Por qué “Animal desnudo”?

-Lo animal como lo instintivo en el hombre, y la desnudez como la quita del velo que nos desconecta de la realidad, de nuestra verdadera esencia. Su combinación me hizo pensar en una nueva perspectiva de humana o humano, intuitiva o intuitivo y consciente.

Podés escuchar Animal desnudo, acá:

-En este disco no hay preponderancia de la letra sobre lo musical, la letra es un telón de fondo en algunas canciones, ¿puede ser?

-De alguna manera el uso de la palabra cantada fue dosificada a lo largo del disco, buscando momentos de vuelo musical, o como bien decís coloreando desde un lugar más sutil, y en momentos en los que se abraza el formato canción en todo su esplendor

-Nacho Díaz rapea en la, acaso, canción más crítica del disco, Desintegración, ¿cómo se da esa vinculación musical?

-Nacho Díaz, además de ser un gran amigo, siempre ha sido parte de la misma escena, compartimos varias formas de pensar nuestros proyectos, conceptos estéticos y sonoros, y siempre nos brindamos support. El, junto a otro gran artista que es Mariano Balestena, forman Prisma, un dúo de música electrónica del que me siento agradecido de tener cerca y me enorgullece que sean parte de la cultura de Mar del Plata junto a tantos otros proyectos que le dedican tanto a nuestro arte como Altocamet, Luzparis, Valeria del Mar, por nombrar sólo algunxs. Coincido en que Desintegración tiene la lírica con más crudeza y nos invita a reflexionar sobre esta era cargada de tecnología y frivolidad en la que estamos sumergidos.

-¿La canción “Qi” tiene un homenaje a A-ha?

-Sí, amo la música de los ’80, su estética, su visión del futuro. Por eso la intro de Qi busca de alguna manera homenajear esas sonoridades con esa grandísima canción que es “Stay on these roads”.

-La espiritualidad es también otro punto fuerte del disco, se percibe en El jardín de la zoantropía. ¿Buscás la meditación?

-La verdad que sería muy lindo saber que esa pieza que es más etérea y cinemática, genere momentos meditativos y de conexión espiritual. Como bien decís, esa intención recorre todo el disco, y me gusta pensar que toda la obra de estos últimos once años.

Leo Ferro.

-¿Me gustaría saber cuál considerás que es el elemento que unifica todos los fragmentos que tiene tu música? ¿es la base electrónica?

-Creo que detrás de cada obra hay búsquedas precisas que terminan generando cierta homogeneidad y conciencia de álbum. En este buscamos movernos dentro ciertas paletas sonoras, tímbricas y combinaciones rítmicas y de géneros musicales, que si bien varían a lo largo del trabajo, se convirtieron en la columna vertebral del disco. Los elementos que unifican el disco derivan del uso de determinados sintetizadores, lo lírico y vocal, la selección de samples y plugins utilizados durante la producción, las formas compositivas, y sobre todo la intención artística que todo lo envuelve. El hecho de haber realizado la producción junto a Martín y Juan Hoy generó una especie de cuadro compartido en el que cada uno aportó su trazo y su color, logrando un entretejido creativo muy potente.

-¿Cómo te las ingeniás para que cada canción trascienda la impronta ambient, para que diga más y no solo llene el vacío o el silencio?

-SLNT siempre ha sido un proyecto que explora la canción desde varias perspectivas y combinación de géneros. El ambient es una pieza clave en mi vida, y en su justa medida ha formado parte siempre de Silent pero siempre en función de lo que cada trabajo lo requiera. A veces en intros o interludios, a veces en paisajes sonoros y atmósferas dentro de las canciones, y hasta a veces convertidas en el mismo vacío.