El cadáver de Matías Guzmán (41) apareció el viernes pasado dentro de su departamento céntrico en medio de desorden y un avanzado estado de descomposición. Aunque los investigadores en un primer momento se basaron más en la historia de adicciones del hombre y se decantaron hacia una muerte propia de un contexto de consumo, en las últimas horas se confirmó que fue un asesinato.

La autopsia realizada por el Cuerpo Médico Forense de la Policía Científica estableció que Guzmán tenía golpes en el cráneo y una luxación cervical, de modo que se ahora la fiscal Andrea Gómez cambió la carátula de averiguación causales de muerte por homicidio.

Matías Guzmán, la víctima-

Personas conocidas de Guzmán fueron quienes alertaron sobre su ausencia a las autoridades policiales de la comisaría segunda y en la noche del viernes se dirigieron hacia el departamento de la zona de Colón y Arenales. Al ingresar al inmueble se sorprendieron al ver un gran desorden y el cuerpo del hombre en medio de algunas manchas de sangre.

A raíz del estado de descomposición no se pudo hacer la autopsia en las horas siguientes y recién este lunes pudo trabajar el equipo forense. La pericia arrojó de forma concluyente que a Guzmán lo habían matado a golpes e incluso había recibido algún tipo de presión sobre su cuello.

Tal como fuera adelantado por LA CAPITAL durante el fin de semana, el desorden hallado dentro del departamento de Guzmán reunía algunos patrones de hechos de robo. Llamó la atención que muebles que contenían ropa de baño y otras prendas había sido vaciado, como si hubieran buscado algo de forma específica.

De acuerdo a testigos, la última vez que se lo vio con vida a Guzmán había sido durante una reunión con varias personas en el mismo inmueble. Se cree que esa misma noche (del fin de semana anterior) se habría producido su asesinato.

Con el crimen de Guzmán ya son 10 en lo que va del año 2021, una cifra elevada para los dos primeros meses que anualiza un total de casi 50 casos, muy por encima de los registrados en 2020.