Con protocolos para evitar posibles contagios de coronavirus, alumnos de la ciudad regresaron hoy a las clases presenciales, en el marco del período de intensificación de la enseñanza destinado a quienes necesitan reforzar un aprendizaje.

La directora general de Cultura y Educación de la Provincia, Agustina Vila, informó que 1.1 millón de chicos de primaria y secundaria volverán entre hoy y mañana a los colegios en el territorio bonaerense, dentro del plan de Regreso seguro a la escuela. En tanto, el 1° de marzo empezarán las clases de forma oficial para todos los estudiantes.

En este contexto, y once meses sin actividad presencial por la pandemia, las aulas volvieron a abrir sus puertas para recibir a sus alumnos otra vez. Sin embargo, desde aquel último día de clases presenciales, cambiaron muchas costumbres de la vida cotidiana y la educación no fue la excepción.

Por ello, a los típicos útiles escolares los chicos debieron sumarle un barbijo y al llegar al colegio se encontraron con una nueva función del personal educativo: la de tomarles la temperatura en el ingreso y la de desinfectarles las manos con alcohol para poder entrar al establecimiento.

Un ejemplo de esto pudo observarse en la Escuela Secundaria Nº18 “Astor Piazzolla”, ubicada en Gascón al 4800, donde los alumnos concurrieron todos con tapaboca y, tras pasar el control en el ingreso, se toparon con alcohol en gel en las aulas, rejillas para limpiar los pupitres, los cuales estaban a una distancia mayor que la habitual, y las ventanas de los salones abiertas de par en par para que el ambiente se encuentre ventilado.

“La escuela cuenta al día de hoy con los elementos indispensables que nos exige el protocolo de prevención de Covid, que es el Plan Jurisidiccional para el regreso a clases seguro”, le aseguró el director del establecimiento educativo, Ricardo Scerbo, a LA CAPITAL.

En este marco, Scerbo contó que “se trabaja con un sistema de burbujas”, por el cual “solamente está el profesor con un máximo de 15 alumnos, no puede ingresar nadie mientras se está dando la clase y la clase dura como máximo 90 minutos”.

“Al ingreso se le toma la temperatura y se le pone alcohol en las manos a cada alumno, mientras que cada docente se trae su barbijo”, agregó el director, para hacer hincapié que todos estos elementos “los compro la Asociación Cooperadora”. “El Estado todavía no nos proporcionó prácticamente nada”, señaló.

Asimismo, advirtió que las clases arrancaron en esa escuela porque consideran que “las instalaciones están para arrancar este periodo de intensificación”, pero aclaró que “en caso que haya que dar marcha atrás por alguna situación de contagio o que de repente se acaben los insumos y el Estado no nos provea, tendremos que cerrar la escuela”.

Por otra parte, explicó que este periodo de intensificación está destinado a “alumnos que durante el año pasado no pudieron lograr el aprendizaje de los contenidos”.

“La idea es que con el profesor el alumno tenga la posibilidad de consultar todas las dudas y logré alcanzar ese aprendizaje que no logró el año pasado”, añadió.

En este contexto destacó que lo de hoy fue “una prueba piloto” que “funcionó bien hasta el momento”.

Por último, fue cauto sobre el inicio formal de las clases previsto para el 1° de marzo. “Lo estamos trabajando, todavía estamos esperando que la Provincia baje por escrito un documento que sea más específico. Hay muchas cosas por los medios de comunicación, pero no hay todavía un documento que haya bajado a las escuelas con nuevas indicativas”, aseguró.

Por ello, recalcó: “Hoy es una prueba y veremos hasta donde la podemos sostener, la idea es lograr sostenerla, pero necesitamos el apoyo del Estado, con elementos, insumos y también personal”.

“Hay muchos docentes que están con licencia por problemas de salud y no tenemos todavía suplentes. Necesitamos personal, pero ya. Hoy empezaron las clases y ya deberían estar los suplentes”, concluyó.

“Volver es importante”

Al igual que lo fue para los alumnos, también fue movilizante para los docentes volver a las aulas, tras casi un año dictando clases a través de pantallas y aplicaciones como Zoom, Whatsapp y Google Classroom, entre otras herramientas tecnológicas.

“La iniciativa de volver es importante, el año pasado di clases virtuales todo el año y realmente no han resultado. Hay muchos chicos que no tienen conectividad y volver a la presencialidad y que los chicos retomen me parece interesante”, le dijo a este medio la docente de matemática de la escuela Astor Piazzolla, Alejandra Burckhardt.

“Di clases por Zoom, pero la realidad es que no tuve una gran afluencia de alumnos, a veces un tercio, un poquito más, pero no una gran cantidad. Matemática es difícil si no se da de una forma presencial”, remarcó.

En este sentido, manifestó que durante el periodo de intensificación se buscará “retomar los temas del año pasado, no con una gran profundidad, pero sí que los alumnos puedan esclarecer ciertos temas y en casa seguir trabajando”.

A su vez, adelantó que “va a ser difícil volver a las clases y no tener el contacto” habitual con sus alumnos. “A mí me va a parecer raro porque se me dificulta no acercarme a ellos para tratar de ayudarlos, estar a dos metros de distancia, pero veremos como resulta”, manifestó.

Por otra parte, reconoció que el temor a contagiarse de coronavirus “siempre está”, pero destacó que “en algún momento hay que volver”.

Además, Burckhardt contó que “hace 13 años” que trabaja como docente, pero que el 2020 fue sin dudas el más difícil de todos. “Me cansé y estresé mucho y creo que fue igual para los docentes y para los alumnos”, sostuvo.

Por último, la profesora consideró que “nunca que vamos a volver a la normalidad de antes”. “Creo que va a haber un cambio y toda la parte de tecnología que tuvimos que aprender, tanto docentes como alumnos, van a seguir estando dentro de la educación”.