“¿Y ahora qué les pasa a todos? Yo hago lo que me viene en gana y si a alguien le molesta, que no mire, que se evite el disgusto. Soy libre de hacer lo que quiero. Se nace o no se nace con la libertad dentro de una. ¡Miren la mía!”, grita el personaje de Marie Anne Périchon en el libro “La libertina”, del que es autora Florencia Canale.

El fragmento es una muestra de cómo piensa esta mujer temperamental, que se convirtió en espía y amante del virrey Santiago Liniers y de William Beresford, entre otros personajes de la época.

En “La libertina” (Planeta), la escritora argentina reconstruye bajo la línea de la novela histórica la vida, los amoríos y los deseos de poder de esta mujer de existencia real, que fue clave en la Buenos Aires colonial y que, tiempo después, terminará siendo la abuela de otro famoso personaje del país que emergía, libre ya de España: la malograda Camila O´Gorman.

 

“Yo no sé si el tiempo nos ha hecho menos reprimidos, o más libres”, asegura Canale.

 

Canale fue parte del ciclo Verano Planeta 2021 (la charla completa puede verse acá) y antes de esa participación, habló con LA CAPITAL sobre las repercusiones que tiene su libro entre la comunidad de lectoras y lectores que la sigue desde hace tiempo y con quienes intercambia opiniones y cruza ideas.

“Está saliendo la tercera edición de La libertina, o sea que es libro elegido”, resumió y anticipó que escribe a todo ritmo su próxima novela, que tiene chances de aparecer en la segunda mitad de este año y que volverá a tener a una mujer como protagonista.

“No puedo decir demasiado, pero por supuesto que aparecen otros personajes que han aparecido en mis novelas –contó a LA CAPITAL-. Es una novela que me tiene tomada, muy conmovida, en carne viva todo el tiempo, no tengo idea por qué, estoy muy sacudida por esto que estoy escribiendo. Es la historia de una mujer”.

-¿Tendrá que ver con que es una historia que toca alguna fibra personal, muy tuya?

-Puede ser, o quizá yo me permití abrirme más y estar más perceptiva, estar con más percepción a diferentes emociones. No lo sé.

-¿Cómo es la relación con la comunidad de lectores y lectoras que te sigue?

-Yo tengo lectores y lectoras que siempre me siguen. Entablamos un vínculo bastante activo además, porque hablamos todo el tiempo y porque yo soy muy activa en las redes. Los lectores  y las lectoras se prenden rápidamente. Me parece que La libertina gustó mucho. Despierta lo mismo que me pasó a mí con la novela, mucha pasión, fervor, excitación. Ya me acorralan para la próxima novela. Estoy muy contenta con lo que pasó con La libertina, con su salida y con lo produjo en los lectores.

-¿Cómo es ese vínculo?

-Muchas veces es por Facebook o por Instagram, sobre todo, también por Twitter. Y yo intento responder todas las preguntas que me hacen, mantener diálogos, por supuesto que me ofrecen escribir esto, escribir lo otro, me dicen que necesitan una continuación de personajes secundarios de La libertina, están como con hambre de más. En Facebook mi cuenta es cerrada pero hay veces en que anuncio cosas abiertas y ahí se larga la locura.

-¿Aplicaste la estrategia de hacer crecer personajes secundarios en futuros libros, para que se conviertan en protagónicos?

-Muchos no so secundarios porque son personajes importantes de nuestra historia. Me ha pasado que van apareciendo distintos personajes en nuevas novelas. Cuando escribí “Pasión y traición” apareció Belgrano, después apareció Belgrano en “Amores prohibidos” que es su propia novela. Y van apareciendo y entrando y saliendo, me ha pasado también incluso que mientras escribía la segunda parte de la trilogía de Rosas, “Lujuria y poder”, ahí en esa novela como yo quería contar la muerte de Lavalle, uno de los enemigos acérrimos de Rosas, ahí cuento esa pequeña escena, la aparición de Damasita Boedo, sin saber que a los años iba a escribir la novela de Damasita Boedo precisamente. Me pasó de casualidad porque me enteré de más cosas de esa mujer y dije “Dios mío, esta mujer merece su novela”. Pero me van pasando esas cosas incluso sin decidirlas, es bastante extraño.

-¿Sentís que todo se va conectando?

-Exactamente, y a veces sin decidirlo ostensiblemente, me sucede, se me conectan solos (los personajes).

-¿Encontrás que ese ambiente libertino, de poder, alcobas, sexo y espionaje que contás en “La libertina” tiene su continuidad en el presente?

-Me parece que no, seguramente habrá, no lo sé, pero me parece que eran otros tiempos, donde el mundo estaba en pie de guerra y a veces estas prácticas tenían que ver con la necesidad de la supervivencia. No veo que esto esté pasando hoy, me pare que el libertinaje no se lleva adelante por un asunto de poder y de negociación. Me parece que la gente, hombre y mujeres se reúnen hoy en sus alcobas arrasados por sus deseos especialmente, con otras libertades. Ahora, si te gusta va… eran otros tiempos aquellos. Por supuesto que existe el ejercicio de la prostitución, pero esas son otras cosas. Y por supuesto que también seguramente habrá otras represiones. Yo no sé si el tiempo nos ha hecho menos reprimidos, o más libres.

Podés ver la charla completa acá: