Un jugador de rugby de primera división es investigado por la Justicia de Mar del Plata por las agresiones que sufrió un grupo de doce jóvenes a la salida del boliche La Caseta en la madrugada del jueves cuando las víctimas fueron golpeadas, amenazadas y perseguidas por la Ruta 11.

Se trata de Felipe Máscolo, una de las figuras del Buenos Aires Criquet and Rugby Club, de la localidad de San Fernando que participa actualmente en el torneo de la URBA.

Según consta en la denuncia presentada ante la fiscal Andrea Gómez, Máscolo, acompañado de un grupo de amigos, habría golpeado a unos jóvenes a la salida del boliche ubicada en una playa de la zona Sur de la ciudad. Por las agresiones, cuatro jóvenes sufrieron lesiones de diversas gravedades, entre ellos el hijo del fiscal de Ezeiza, Carlos Hassan.

Máscalo aún no fue imputado, y la policía lo busca para notificarlo del artículo 60 (que es objeto de una investigación) por los tres casos de lesiones leves, uno de lesiones graves y amenazas. Ante esta situación, se solicitó a la DDI que ubiquen al acusado.

Además, la fiscal analiza las cámaras de seguridad de la zona, sobre todo para poder ver cómo fue la persecución que señalan las víctimas.

El inicio de la pelea aún es materia de investigación, al igual que si existía una relación previa entre las víctimas y Máscolo. Según consta en la denuncia, el hijo del fiscal Hassan y otros amigos fueron golpeados por Máscalo y, según trascendió el rugbier le habría “bajado” los dientes de una trompada a uno de estos jóvenes.

Los jóvenes pudieron escapar de la golpiza y para “sobrevivir” se dividieron: algunos se subieron a un remís, otros fueron rescatados por testigos del ataque que los subieron a sus autos para salvarlos y el resto se subió a un colectivo de la línea 221.

Sin embargo, según consta en la denuncia, Máscolo no se habría resignado a que las víctimas escaparan y, junto al menos otro hombre, persiguió en una Renault Kangoo al colectivo por la Ruta 11 hasta que lo alcanzó e impidió su marcha. Subió al colectivo y amenazó al chofer, quien ante esta situación dijo que iría directamente a la comisaría.

Recién ante la posibilidad de una denuncia policial es que Máscolo bajó del colectivo y si bien corrió su vehículo para que el 221 avanzara, mantuvo la persecución.

La Renault Kangoo que el rugbier conducía ya fue identificada y se pudo saber que pertenece al padre de Máscalo, por lo que se espera que el acusado sea encontrado en las próximas horas.

Las fiscal ya entrevistó a las víctimas y en el transcurso de la tarde le tomará declaración al colectivero de la línea 221.