El ataque a Matías Montín se produjo entre las 0.15 y las 0.30 en el patio del boliche Ananá, una especie de terraza al mar donde esta temporada se dispusieron camastros, mesas y otros espacios denominados “burbujas”. La idea de mantener el distanciamiento social modificó la fisonomía del boliche que antes solo tenía el mirador despejado.

De acuerdo a la reconstrucción que por estas horas realiza el fiscal Paulo Cubas, previo a la agresión que dejó a Montín con una fractura de cráneo y un par de cortes, se había producido una disputa. De un lado el grupo de Bracamonte, Belloso y Galvano, y del otro un amigo de Montín.

Las cámaras de seguridad del lugar, según refieren los investigadores, están ubicadas a bastante distancia del lugar en el que ocurrió el ataque, que fue el primer box o camastro ubicado en el borde sur de la terraza. Ahí la grabación solo muestra un tumulto y el propio fiscal Cubas tendría dificultades para reconocer a los autores.

No obstante, distintos testimonios señalan que Bracamonte no participó de forma directa, pero sí lo habría hecho Belloso y Galvano.

Una hermana de Montín que estaba también en el boliche fue la que, al ver a su hermano sangrando y herido, se comunicó con el padre, quien concurrió en menos de 20 minutos.

Los objetos usados para atacar a Montín fueron botellas, las que son vendidas en las barras del boliche, en lugar de los tragos de a vaso que fueron restringidos por motivo de la pandemia.

El relato de algunas personas que vieron toda la secuencia indica que un amigo de Montín fue agredido en la zona de los sanitarios por el grupo de rosarinos. Luego de eso Montín, al conocer lo sucedido y ya en la zona del VIP, se dirigió hasta donde estaban los atacantes. Ahí, junto al primer box de la derecha de la terraza, ocurrió el desenlace, durante el cual el joven porteño recibió botellazos en la cabeza que le causaron dos cortes profundos y un traumatismo de cráneo de gravedad.

Según lo que se investiga, personal de seguridad del boliche intervino para asistir a Montín y solicitar una ambulancia, que poco después trasladó al joven al Hospital Privado de Comunidad.

Los agresores fueron expulsados del lugar y recién horas después se le dio aviso a la policía y a la fiscalía. Según se supo los jóvenes rosarinos se dirigieron al Gran Hotel Mar del Plata para retirarse con destino a su ciudad poco después de las 10.

Por la tarde Galvano fue interceptado en el peaje de Zárate de la ruta 9. Manejaba su BMW de 70 mil dólares y lo acompañaba Bracamonte y una joven de 22 años. Belloso se habría quedado en Buenos Aires.