Despedida a Raúl Lamacchia, presidente de la UCIP
Por Blas Taladrid*
Despedimos a un gran dirigente, Raúl Lamacchia, presidente de la Unión del Comercio la Industria y la Producción de Mar del Plata (UCIP) quien dejó este mundo abrazando con sus últimas fuerzas a su gran pasión, la actividad gremial empresaria y en particular a la UCIP, entidad que presidió desde 1993 e hizo crecer durante todos sus años como presidente.
“Cuando asumí como presidente solo teníamos un fax y una computadora”, solía decir para demostrar el crecimiento de la UCIP hasta la actualidad.
Su vasta experiencia y participación en diferentes ámbitos y entidades, serían imposibles de escribir y enumerar.
Dirigente empresario que trascendió el ámbito local, presidiendo desde 2002 hasta 2016, la Federación Económica de la provincia de Buenos Aires (FEBA), su otra casa, que desarrolló e hizo crecer durante sus 14 años de presidente y en la que siguió acompañando a su actual conducción hasta sus últimos días.
A nivel nacional, presidió también la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) en los años 1997 a 1999, siendo reconocido como persona de consulta permanente por sus pares de todo el país, que hoy lo están recordando y llorando.
Oriundo de General Madariaga, exalumno del Colegio Peralta Ramos, y graduado como Contador Público en la Universidad de La Plata, ya desde su juventud se desempeñó como Docente Universitario, y ocupó cargos de relevancia como Secretario Económico Financiero en la Universidad Nacional de Mar del Plata, y luego en el Municipio de General Pueyrredon como Secretario de Hacienda durante la intendencia de Nuncio Fabrizio.
Actor social indiscutido de las últimas 3 décadas de nuestra ciudad, supo también incursionar en la política siendo Senador Provincial en el periodo 1999 a 2003, logrando leyes e instrumentos que favoreciesen el desarrollo de las empresas, y principalmente las pymes.
Que como dirigente empresario incursionase en la política despertó halagos y críticas. Estas últimas a las que siempre respondía “la política es transformadora de la sociedad, los dirigentes empresarios debemos involucrarnos en la política para poder tener herramientas que nos permitan transformar la realidad de nuestro sector en los espacios donde se toman las decisiones. Pero nunca podemos olvidar que nuestro compromiso es con nuestras cámaras empresarias y sus asociados. No debemos utilizar las instituciones para pegar un salto a la política y olvidarnos de ellas, sino utilizar la política para gestionar en beneficio de nuestro sector, y luego volver a las cámaras”. Frase que predicaba y demostró con su propio ejemplo.
Presidió también hasta la actualidad, la Fundación Centro de Desarrollo Empresarial de Mar del Plata, entidad creada a partir de un convenio entre la UCIP, la UIA, el Banco Interamericano de Desarrollo para el fortalecimiento de la industria.
Fundación que luego se constituiría en el Centro de Servicios a Pymes y en el Centro de Capacitación de la UCIP donde actualmente se capacitan alrededor de 1500 personas de todas las edades por año, desde niños que se inician en Programación y Robótica, buscando con ello despertar nuevas vocaciones que permitan ir cambiando la matriz productiva de nuestra ciudad.
Durante su presidencia, la UCIP no solo se ocupó de las cuestiones inherentes a sus sectores, sino que se involucró en cuestiones sociales de la ciudad, siendo una entidad señera en muchos campos y participando variados espacios de la ciudad.
Pensando también en los trabajadores de las empresas, construyó 2 complejos habitacionales que hoy de 248 y 144 viviendas cada uno, que hoy albergan más de 1600 marplatenses.
Fruto de su visión de futuro, en el año 2007 impulsó tanto en al UCIP como en las cámaras de la provincia de Buenos Aires, las comisiones de Jóvenes Empresarios, buscando acercar a los jóvenes a las cámaras, brindarles un espacio de dialogo y formación de nuevos dirigentes, que permita ir dando paso a los recambios generacionales.
Dos años después visualizando que la actividad gremial resultaba distante a las mujeres, impulsó la conformación de comisiones de Mujeres Empresarias mediante las cuales muchas mujeres comenzaron a acercarse e integrarse en las Comisiones Directivas de las cámaras, cargos hasta entonces ocupados casi únicamente por hombres.
Hace 14 años, Raúl Lamacchia escribía una sentida columna despidiendo a su colaboradora, Noemí Giacomini entonces Secretaria de la UCIP. Pocos días después, y con mis apenas 31 años me ofrecía acompañarlo en la conducción de la UCIP como Secretario de la misma, reemplazando a esa gran dirigente que había fallecido días atrás.
Luego de 14 años de transitar juntos el camino de la actividad gremial empresaria, compartiendo innumerables reuniones, viajes, logros y hasta amarguras, me toca hoy a mi despedirlo a él, no solo con profundo dolor a tan destacada persona, sino también con el dolor que me produce en el corazón perder a mi mentor, mi guía, mi consejero, y fundamentalmente mi amigo.
Falleció como siempre lo anheló, trabajando hasta el último día. Y a pesar de sus 76 años, con la misma fuerza y energías que a los 30 años.
La mejor forma en que sus compañeros y colaboradores podemos honrar su legado, es seguir trabajando por las empresas pymes de nuestra ciudad y provincia. Y en mi caso particular, transitar el camino que me dejó trazado.
Raúl que descanses en paz, cumpliste con todo y con todos, y superaste las expectativas de muchos. Que el Señor te conceda la vida eterna.
Sólo te quedó pendiente escribir tus vastas anécdotas y experiencias en ese libro con páginas en blanco que te regale hace tres años, un 20 de Julio, un Día del Amigo. Ya lo escribiremos juntos en algún momento.
Gracias por todo. Hasta Luego.
*Vicepresidente 1° de UCIP.