Mar del Plata y Batán vienen, desde hace varios años, siendo noticia nacional cada vez que se habla de desocupación, ya que recurrentemente nos encontramos entre las ciudades con mayores problemas de empleo de toda la Argentina, siempre con indicadores de desocupación y de trabajo informal muy por encima de la media nacional.
Para recurrir al último registro oficial hay que remontarse al tercer trimestre del año 2015, donde General Pueyrredon tuvo un desempleo del 11,8% mientras que la media nacional alcanzó el 5,9%.
Si este porcentaje nos impacta es aún más fuerte considerar los números absolutos y darnos cuenta que hay allí familias, historias y proyectos. Estos datos, desactualizados de hace casi un año atrás, nos revelan que casi 40 mil marplatenses, vecinos nuestros, no tienen trabajo y otros 31 mil tienen trabajos precarios.
Al día de hoy, y a pesar de que el nuevo gobierno ya lleva nueve largos meses a cargo del INDEC, no ha dado aún a conocer nuevos relevamientos. Sin embargo, todos los trabajos de consultoría privada señalan un marcado incremento del desempleo y del trabajo informal, producto de la gravísima situación económica y social en esta letal combinación de aumento de la inflación, pérdida del poder adquisitivo, tarifazos y apertura de importaciones.
¿Qué hacer frente a esta situación? ¿Cómo revertimos los marplatenses esa constante de tener una desocupación mayor a la del resto del país?
En principio, obviamente, no podemos dejar de tener en cuenta que desde el gobierno nacional se viene impulsando un modelo económico que atentan gravemente contra la promoción del empleo, descuidando el mercado interno y la producción local. Por ello, desde el Congreso Nacional estamos dando actualmente el debate sobre este tema.
Sin embargo, y esto es lo que me parece relevante remarcar en estas líneas, es también muy importante prestar atención a las particularidades de nuestra ciudad y la región.
En este sentido, es necesario visualizar que esta verdadera “emergencia ocupacional” que vivimos los marplatenses requiere que el tema sea abordado por el conjunto de las fuerzas políticas, sin distinciones partidarias y sumando a las cámaras, los gremios, las universidades y a todos los actores de la ciudad que se encuentran relacionados con el mundo de la producción.
Considero también, que a partir del análisis de los sectores productivos y de sus características, debemos llegar a acuerdos de mediano y largo plazo sobre cuáles son los sectores que deben ser protegidos y fortalecidos para poder construir una ciudad que crezca y que a la vez incluya a todos.
Revertir esta característica del empleo/desempleo en nuestra ciudad, sólo es posible aunando esfuerzos, articulando instituciones, recursos técnicos y financieros, pero sobre todo sosteniendo en el tiempo el compromiso con esta tarea, tanto desde lo público como desde lo privado. Esto es, ni más ni menos, “construir” políticas de estado.
La situación de Mar del Plata y Batán requiere sin demoras abordar este tema como prioritario. En breve, conoceremos los nuevos indicadores oficiales y tengo la triste sospecha que volveremos a ser noticia nacional y no podemos acostumbrarnos a esta característica, como si fuese un factor que no podemos cambiar, como si fuese el frío clima del invierno.
(*): Diputada nacional del Frente para la Victoria.