Antes de llegar a Mar del Plata para asistir a la reapertura del Museo de Arte Contemporáneo MAR, el ministro de Cultura de la Nación, el cineasta marplatense Tristán Bauer, adelantó que su cartera planea seguir este año con la asistencia al sector artístico y de las industrias culturales, a través de diversos programas que se pusieron en marcha durante 2020, tras la llegada de la pandemia y de la cuarentena obligatoria en Argentina.

“Si algo hemos aprendido es a trabajar a mediano plazo, e ir haciendo correcciones permanentemente”, sacó en limpio el ministro a partir de la experiencia pandémica.

“Todo esto es muy paso a paso, vamos avanzando pero siempre con un horizonte en el que, la verdad, nadie tiene la bola cristal y que permite una planificación muy a mediano plazo. Vamos a seguir un tiempo con la asistencia y cuanto más rápidamente podamos pasar a la producción y al trabajo (de las industrias culturales) lo vamos a hacer, pero no va a ser un corte directo si no que va a haber un solapamiento para seguir acompañando a un sector que es uno de los más vulnerados, no solo en Argentina si no en el planeta todo”, agregó.

En ese sentido, remarcó que la pandemia de Covid-19 puso de manifiesto la precariedad de los trabajadores y las trabajadoras de la cultura en Argentina. Ante ese panorama, su cartera ministerial no dudó en “ir con políticas activas para intentar sostener a un sector como el de las industrias culturales, que ya venía muy vulnerado en Argentina después de los cuatro años del macrismo y de las políticas neoliberales”.

Bauer habló de la puesta en práctica de “una inversión histórica” para la comunidad cultural. “Estamos hablando de 12 mil millones de pesos de inversión en las industrias culturales, más de 9.400 millones de pesos son de los planes del gobierno nacional, con IVE y ATP”.

A su vez, afirmó que el ministerio de Cultura tuvo “una ampliación presupuestaria de 3.300 millones de pesos, con los cuales alcanzamos a más de cien mil artistas y trabajadores y trabajadoras de la cultura y por el otro lado para el sostenimiento tanto de industrias culturales que fueron más de 5.500 y para espacios y organizaciones culturales”.

Además de armar una base de datos con la información de los espacios culturales y de las diversas disciplinas, contó a LA CAPITAL que el ministerio a su cargo contribuyó a la bancarización de muchos de los trabajadores de la cultura, quienes pudieron acceder así a los diversos beneficios económicos.

“Uno de los programas más importantes que tenemos es el de Mantas, que es para la artesanía, un sector particularmente informal. Allí hubo un presupuesto asignado de 130 millones de pesos. Los beneficiarios fueron 1.600 artesanos, de esos 1.600 más o menos la mitad no tenía cuenta bancaria, eso nos llevó a hacer un acuerdo con el Banco Nación y hoy todos esos artesanos están bancarizados y por eso pueden cobrar estos programas”, ejemplificó.

Además, adelantó que el Mica (Mercado de Industrias Culturales de Argentina) que históricamente se hacía de manera presencial se trasladará a las plataformas digitales.

“Estamos desarrollando una plataforma virtual, el Mica virtual va a ayudar a hacer conexiones y a vincular a los trabajadores de la cultura, a la presentación de distintos catálogos y productos, pero también a las posibilidades de exportación, porque estamos trabajando con Relaciones Exteriores con este tema”.

En otro orden, Bauer destacó la importancia de la reapertura del Museo MAR con “Tres miradas sobre Mar del Plata”. Se trata de una muestra de fotografías coorganizada por el Museo Nacional de Bellas Artes y el Ministerio de Cultura de la Nación. Reúne las imágenes de esta ciudad de Annemarie Heinrich en la década del ’50; de Ataúlfo Pérez Aznar en los ´80 y de Alberto Goldenstein en el 2001.

“Tengo una gran ilusión de volver a mi ciudad de la mano de tres fotógrafos, una de ellas Annemarie Heinrich que es una fotógrafa extraordinaria, que dejó instantáneas para siempre”, recalcó el cineasta, quien nació en Mar del Plata, en el barrio de la vieja terminal de ómnibus y a sus ocho años partió junto a su familia a Buenos Aires.