El menor de 15 años que ayer mató a una amiga de 18 años al dispararse el arma que manipulaba cuando iban a sacarse una foto en una casa del barrio Las Heras es no punible y por el momento permanecerá encerrado en la unidad penal de Batán.

Tanto el adolescente que efectuó el disparo como la amiga de 15 años que en ese momento estaba con Malena Acosta, la chica que falleció cuando era trasladada a la sala de salud del barrio, declararon ante el fiscal Carlos Russo, del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, que no hubo intención de provocar algún daño.

Estos testimonios, que tuvieron algunas diferencias pero coincidieron en la parte sustancial del relato, orientan la investigación hacia un hecho culposo y no doloso.

De esas declaraciones también se desprende que el revólver calibre 38 que portaba el menor se lo había prestado un amigo para que lo guardara, y que lo llevaba encima porque se lo iba a devolver.

El menor está imputado de homicidio agravado por el uso de arma y portación de arma de guerra, pero, al ser no punible, el fiscal está obligado a solicitar su sobreseimiento y el juez del caso, a concedérselo. Es más: aun si la investigación estuviera orientada hacia un episodio doloso la Justicia debería sobreseerlo.

El hecho ocurrió en Güiraldes al 9000, en una casa perteneciente a la familia de Acosta. Allí la joven, que estaba con una amiga de 15 años, se encontró con el menor, quien le contó la novedad de que tenía un revólver encima.

Los tres jóvenes, las dos mujeres y el menor, al encontrarse solos en la casa habrían querido sacarse una fotografía con el arma. En ciertos grupos sociales, exhibirse así es divertido.

Pero la fotografía nunca llegó a sacarse. Pese a que el adolescente tomó la precaución de descargar el revólver, no advirtió que quedaba un proyectil más en el tambor y gatilló. La bala dio directamente en la espalda de Acosta y atravesó todo el tórax para salir por el pecho. Ese trayecto le causó una lesión severa.

El menor, asustado, corrió en dirección a su casa, ubicada a solo metros del lugar, por la calle Mac Gaul, y se refugió junto a su madre. En tanto, la adolescente de 15 años salió a pedir ayuda y Acosta fue trasladada en medio de escenas de desesperación hasta la sala de salud del barrio, donde se constató su fallecimiento.

Poco después personal de la comisaría decimosexta, a cargo de Cristian Fontana, obtuvo el dato de dónde estaba el menor. Al acercarse, fue la propia madre del joven quien lo entregó, junto con el arma.