En una jornada marcada por el malestar, trabajadores del Ente Municipal de Deportes y Recreación (Emder) se declararon en estado de “alerta y movilización”, mientras que el personal del Centro de Salud 2 realizó una retención de tareas y solo atendió emergencias.
La advertencia en el Emder obedeció a la “falta de respuesta” de las autoridades ante diversos reclamos. La medida que se llevó adelante en la salita sanitaria ubicada en Guanahani 4546 fue para exigir seguridad luego de que, el jueves, una paciente agrediera a una médica.
Los trabajadores del Ente de Deportes mencionaron entre las causas del estado de alerta “el traslado arbitrario de empleados sin seguir los pasos correspondientes, la falta de elementos de seguridad, ropa, insumos y limpieza, y la falta de mantenimiento y VTV de vehículos oficiales del ente”.
También advirtieron que les asignan tareas “que corresponden a la empresa 9 de Julio”, como la limpieza del Parque Camet.
Además, se manifestaron en contra del intento del Ejecutivo de nombrar dos nuevos funcionarios, “uno de los cuales es ex empleado de Tránsito, y el otro, una persona que ni siquiera es empleado municipal y ya cumple funciones dentro del ente, ambos con voz de mando”.
Dirigentes del Sindicato de Trabajadores Municipales se hicieron presentes en el ente y respaldaron la decisión de los empleados. En un comunicado difundido por el delegado Hugo Diez, los trabajadores también hicieron alusión a la “incertidumbre” que se da “en todas las áreas acerca de a quién responder”, y explicaron que “el personal no sabe quién es su jefe directo y debe responder a varias personas a la vez”.
Recordaron que el ente tiene actividades todos los fines de semana, por lo que la restricción de horas extras impide conocer “quién debe cumplir con los trabajos”, y lamentaron que los funcionarios se hayan “tomado más de 30 días de vacaciones en lo que va de la gestión desde diciembre”.
En cuanto a la agresión que derivó en la retención de tareas en el Centro de Salud 2, el gremio reclamó personal de seguridad y lamentó que “corra riesgo la vida de los compañeros”.
“A la profesional una paciente le pateó la cabeza”, dijeron en el STM. “Hubo que reprogramar turnos, fue un caos”, admitieron en el STM sobre las consecuencias de la medida de fuerza.
El municipio avaló decisión de los trabajadores. Con todo, autoridades de la Secretaría de Salud dijeron que la salita tiene policías en forma permanente y que, si no hubiera sido por la actuación de un efectivo, la agresión de la paciente a la médica podría haber continuado.