Spaghetti Western le pone música a la movida contracultural con “Pangea”
El grupo que combina rock progresivo, funk y pinceladas de folclore, incluye en "Pangea", su último disco, una mirada política que para Francisca Figueroa, su cantante y guitarrista, "da espacio para letras más sociales, de protesta y de denuncia".
De la mano de su reciente segundo disco, “Pangea”, el grupo mendocino Spaghetti Western, que combina rock progresivo, funk y pinceladas de folclore, incluye una mirada política que para la cantante, autora y guitarrista Francisca Figueroa se debió a que la atmósfera del conjunto “da espacio para letras más sociales, de protesta, de denuncia, un poco más de frente”.
“Spaghetti Western es un lugar de inspiración que permite tener un mensaje social, pero sin dudas transversal a mi individualidad y muy delicado por tener que representar a las otras cinco personas de la banda”, comentó Figueroa durante una entrevista con Télam.
Conocé Pangea, su nuevo disco:
En esa corriente, el sexteto que debutó con un disco homónimo en 2017, apoyó el movimiento asambleario surgido en Mendoza contra la minería a cielo abierto y el fracking y se opuso a las gestiones de los gobernadores radicales Rodolfo Suárez y Alfredo Cornejo.
Los miembros de la agrupación, que se completa con Nawel “Chino” Lim (batería, percusión), Tomás Lazzaro (guitarra), Rocío Barboza (voz y percusión), Ricardo “Tapa” Quirós (bajo) y Quito Pithod (piano eléctrico, piano, Rhodes y sintetizadores), son generacionalmente más grandes que los Ud. Señálamelo y los Perras on the Beach, dos de las expresiones que desbordaron largamente las fronteras provinciales.
La receta de Spaghetti Western tiene otra sonoridad que en algunos temas navega en un rock progresivo que remite a Serú Girán o Spinetta Jade y un funk a lo Prince, sumado a temas con visos de folclore que concluyen en un pop cuidado y elegante.
-La postura del grupo se aprecia, por ejemplo, en la canción “Disidente”. ¿Es muy difícil ser disidente en una provincia como Mendoza?
Francisca Figueroa: -Más allá de que sea una provincia muy conservadora, lo que sucedió en diciembre de 2019 asombró, más que nada al movimiento asambleario en contra del fracking por ejemplo, que es un movimiento que viene hace 15 años haciendo frente a los gobiernos de turno que son todos de la misma línea. Es un movimiento muy interesante porque une a todos los departamentos de la provincia. O sea, Mendoza, la provincia más conservadora, tiene un movimiento asambleario muy organizado que cortó todas las rutas nacionales de una provincia en un día, con una contracultura que tiene su peso y que hizo que salieran más de 50.000 personas a la calle que no salían ni en los momentos más críticos. De repente hay una cultura y hay un movimiento que no está sucediendo solo en Mendoza sino en Latinoamérica y eso es lo que intento decir en las canciones.
-Un movimiento nuevo que mueve estructuras muy arraigadas…
-Siento es que está surgiendo una conciencia cultural y filosófica. La misma postura anti fracking se da en Chubut, Catamarca, Salta, San Juan. Todas las provincias precordilleranas estamos siendo una zona de extractivismo y sacrificio con una misma política de Estado. Es un movimiento que está surgiendo, que implica un movimiento fuerte que hace una contracultura y no solamente una línea política. Y lo mismo está pasando en Latinoamérica con las multitudes que salen a las calles.
-¿Cuesta darle un nombre a esta ebullición?
-Siento que hay una cuestión que se está moviendo que es un cambio de conciencia. Suena medio abarcativo, medio hippie, pero hay un cambio de conciencia que se va a ver representado en las aristas del arte, en la parte laboral y las instituciones educacionales. Va a surgir, no sé cuándo, pero se va a ver representado en la juventud y las generaciones. La juventud está trayendo el cambio de moral, de ética y de conciencia.
-Pero la movida mendocina de rock y pop denominada “manso indie” parece bastante apolítica…
-Primero siento que Spaghetti no es una banda que hace indie. Nadie te pide el compromiso que tenemos y elegimos. Además hay temas donde elegimos no tener compromiso sino hablar de la vida, como puede ser “Mansa buena onda”. La decisión política artística que decida tener cada banda es totalmente válida y también representa a un sector social. Perras on the Beach, por ejemplo, podría decirse que representa un sector social, una cultura y una ideología. Nadie nos vino a decir que elijamos cómo queremos ser, pero yo no me quiero subir a un escenario ante 15.000 personas y no decir nada relevante. Si tengo un lugar de difusión prefiero utilizarlo.