Ezequiel Campa: “Todo lo que escribí en cuarentena me remitió al encierro, a la incertidumbre”
Vuelve a Mar del Plata con "Cheto y choto". El unipersonal es la propuesta con la que Teatriz reabrirá sus puertas tras la cuarentena. Un show que según el artista "nunca es igual".
“Cheto y choto” el unipersonal de Ezequiel Campa, será el espectáculo con el que Teatriz reabrirá sus puertas tras los meses de cuarentena. El show será este viernes 18 de diciembre e inaugura “Fun dining” una modalidad de cena y cócteles, más una propuesta artística del espacio de la diagonal Pueyrredon.
“Todo lo que escribí en cuarentena me remitió al encierro, a la incertidumbre” reconoció el artista en una nota días antes de su regreso a Mar del Plata.
Es uno de los principales referentes del stand up en Argentina, con experiencia en teatros, cine y televisión. Su estilo es singular y su abordaje de los temas que elige para sus monólogos dan cuenta de su aguda capacidad de observación.
Campa fue tendencia hace unas semanas cuando volvieron a viralizarse escenas de su personaje Dicky del Solar, un rugbier conservador, misógino y xenófobo, a raíz de la polémica por expresiones de algunos referentes de ese deporte.
De todas formas ese personaje no está incluido en sus shows de stand up: “Son dos líneas de trabajo diferentes”, indicó.
“Sería hipócrita decir que el éxito de Dicky es porque denuncia a un estereotipo. Creo que a la gente le gusta porque todos tenemos algo de fachos y de miserables, que son conductas inherente a la condición humana. Todos alguna vez y en alguna circunstancia fuimos un poco xenófobos o detestamos a una minoría”, aseguró el actor. Y definió que “con Dicky intenté hacer un subrayado, una exageración, pero noté que a veces no está tan alejado de la realidad, sino bastante cerca”.
Para Campa, los tuits con expresiones discriminatorias son algo menor. “Son cosas que suceden en las redes, esas cloacas en las que vale todo. Más grave es la muerte a patadas de Fernando Báez Sosa, en enero en Villa Gesell. Grave es maltratar a las empleadas domésticas, fajar a un pibe en una disco. Grave es hacerle bullying a un chico en un club porque no tiene doble apellido”, sostuvo el artista, quien jugó al rugby en su niñez y adolescencia.
-¿Te tienta agregar algo de tu personaje Dicky del Solar, que tanta repercusión tuvo en las últimas semanas?
-Estoy pensando en hacer algo con Dicky del Solar pero seguramente será por fuera los shows de stand up, algo específico del personaje porque creo que son dos líneas de trabajo diferentes y creo que lo mejor es que cada una haga su camino.
-Cheto y choto sigue teniendo su vigencia, pero va mutando.
-Sí, claro, el show nunca es igual. Hasta el día de la última función, antes de darlo de baja, siempre voy mejorando y puliendo los chistes y descubriendo cosas nuevas.
-El stand up tiene mucho de experiencia y de observación. ¿Cómo te nutriste para la generación de nuevo material durante este invierno de encierro?
-En todo el material que escribí durante la cuarentena me resultó imposible que no remitiera justamente a eso, al encierro, al tiempo libre, a la incertidumbre. Por ejemplo, me di cuenta de que todas esas cosas que uno siempre va dejando para el día en el que tenga tiempo para dedicarles, si no las hiciste en este año… soltalas, ¡no las vas a hacer nunca! Hace 6 años tenés una guitarra, pensabas estudiar cuando tuvieras tiempo, ¿no lo hiciste? Tirá la guitarra a la basura. ¡Perdón, no sos una persona que toca la guitarra, no va a suceder!
-¿Qué ventajas/posibilidades creés que tiene el género en estas épocas de protocolos, distancia, aforos reducidos?
-Bueno, el stand up tiene una estructura mínima de producción, con lo cual es más factible de producir que un espectáculo que tiene un elenco numeroso y decenas de personas trabajando detrás, así que creo que cuando se empiecen a abrir los teatros vamos a tener mucho trabajo.
-Pudiste volver al escenario con público en Buenos Aires y ahora, a la reapertura de Teatriz en Mar del Plata. ¿Cómo se siente ese regreso?
-Al principio tenía miedo de haber perdido “el toque”. Pensaba “mirá si cuando pueda volver, perdí la gracia…”. Las primeras funciones de la vuelta fueron un poco incómodas. Las usé para ablandar todo un material que no pude hacer durante casi un año. Pero ahora ya tomé envión nuevamente y todo parece haber vuelto a su lugar.
-¿Vas a volver en el verano?
-Sí, la idea es hacer al menos una función por quincena en Mar del Plata y otras ciudades de la costa y también en Capital.
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