Dos delincuentes fueron detenidos ayer en una rauda intervención policial cuando mantenían amenazados a un hombre y a sus dos hijos 8 y 16 años para asaltarlos en el interior de una vivienda del barrio Villa Lourdes de esta ciudad.

En las proximidades también fue detenida una joven que acompañaba a los ladrones y que cumplía el rol de “campana”, es decir de alertar en caso de ver llegar a la policía. No cumplió bien su rol.

Los hechos se desarrollaron alrededor de las 23.30 del jueves en una casa de Lanzilota al 1100 donde reside un hombre, con su mujer y sus dos hijos. Conocido en el barrio por dedicarse a la refacción de teléfonos celulares, el dueño de casa se relaciona con mucha gente y por eso se sorprendió cuando, repentinamente, se le aparecieron dos jóvenes que ya tenía vistos del barrio.

Los dos delincuentes llevaron al hombre de 41 años, a su hija de 8 y a su hijo de 16 hasta el garage, donde los obligaron a tirarse en el piso a punta de cuchilla. En otro sector de la vivienda se encontraba la esposa del hombre y madre de los menores, y en la vereda otra integrante de la familia, que advirtió lo que sucedía. Ella fue la que se comunicó con el 911.

Las amenazas y los gritos fueron tales que cuando arribó personal policial del Comando de Patrullas y de la Comisaría Tercera se escuchaban desde la calle. Los policías sin dudarlo derribaron la puerta del garage y allí pudieron proteger a la familia. Acto seguido detuvieron a uno de los asaltantes, pero el otro pretendió resistirse con el arma blanca que empuñaba. Al cabo de nos segundos, fue controlado, desarmado y también detenido.

En poder de los delincuentes la policía halló un bolso en el que habían cargado los teléfonos celulares pertenecientes a clientes que los habían dejado para su reparación, dinero en efectivo y los propios teléfonos celulares de las víctimas. El conocimiento previo que tenían de la actividad del dueño de casa fue el que se transformó en el móvil del frustrado asalto.

Mientras las detenciones se producían en el interior de la vivienda, otros policías observaron el nerviosismo que manifestaba una mujer a pocos metros de allí. Su presencia parecía no justificada y cuando se acercaron a identificarla pudieron comprobar que se trataba de la cómplice los asaltantes. Superada por la situación, la mujer no había podido dar aviso a sus compañeros de la llegada repentina de la policía.

Posteriormente se estableció que el delincuente de 26 años, el que ofreció más resistencia, tenía un pedido de captura de la Justicia correccional por el delito de “amenazas calificadas y desobediencia”, mientras que el otro detenido, de 20 años, no tenía antecedentes penales de mayor. La mujer detenida tiene 28 años.

Los tres fueron puestos a disposición de la fiscalía a cargo de Mariano Moyano por el delito de tentativa de robo agravado por ser cometido en poblado y en banda y por el uso de arma blanca.