Con actividades especiales en seis salas del circuito marplatense, en el marco del día internacional del teatro independiente, el séptimo arte volvió a respirar, este lunes. 

Después de más de 8 meses sin poder presentar programación, artistas, técnicos, directores y públicos pudieron volver a encontrarse. De manera diferente, si, pero pudieron volver a compartir las emociones, la magia, del hecho teatral. 

“Teníamos la necesidad de sentir y mostrar que el teatro está vivo” aseveró la directora y referente del Centro Cultural El Séptimo Fuego Viviana Ruiz. Esta sala, además de El Club del Teatro, Soma Danza, Liberart, El Telón y la sala Colectivo Cultural A la Vuelta de la Esquina, pertenecientes a la Red de Salas Teatrales Independientes, no solo volvieron a “hacer teatro”, sino que formaron parte de la prueba piloto en la que se probaron todos los protocolos sanitarios necesarios para garantizar la salud y la seguridad de artistas y público.

Esta jornada especial contó con el acompañamiento del empresario teatral Carlos Rottemberg, quién recorrió las salas participantes de esta reapertura simbólica, junto al secretario de Cultura Carlos Balmaceda.

“El teatro es un lugar seguro” expresaron los teatristas, que ya adaptaron sus salas a la normativa vigente y que tendrán un aforo del 30% de su capacidad.

“Nos estamos poniendo todos a prueba” indicó Ruiz. Los protocolos implican gestión de entradas online, llegadas 15 minutos antes, toma de temperatura a los espectadores y firma de una declaración jurada en la que afirman que no han estado en contacto estrecho con personas que tengan covid-19 y plateas marcadas de dos en dos, con los espacios inhabilitados señalados con cinta de forma reglamentaria. 

“Tenemos todas las precauciones para que el público pueda estar cómodo, seguro y disfrutar” explicó la referente de la red. 

“No va a ser una solución económica, pero es una necesidad poner a nuestra actividad de pie” sostuvo Ruiz, quién reflexionó que “no somos empresarios, no estamos a la búsqueda de rédito económico, pero vivimos de esto. La deuda que acarrean las salas en estos 8 meses de inactividad es inconmensurable”. 

Sobre la próxima temporada adelantó que “va a ser muy diferente a las que estábamos acostumbrados. Con unipersonales y obras de dos y hasta tres integrantes, sin contacto físico”. 

“Tenemos que mirar el teatro con otros ojos, nuestras puestas tienen el sello de ser numerosas y con mucho contacto físico, pero este año no las vamos a poder hacer. Estamos trabajando en otro formato. Al teatro lo vamos a poder seguir disfrutando, cuidándonos, cuidando a nuestros compañeros y al público” indicó. 

Ruiz destacó el apoyo de todo el público que durante los meses de cierre e incertidumbre “estuvieron cerca” y el de Rottemberg quién “nos estuvo acompañando en todo este proceso de aprendizaje, desde cómo tomar la temperatura hasta la gestión de las entradas por internet y todo para lo que nos tuvimos que preparar”. Valoró su “apoyo desinteresado”. 

La programación se reinició a las 19.30, en el El Club del Teatro (Rivadavia 3422) con una puesta del taller Segunda vuelta, que realizará una intervención breve de participantes del taller de adultos y adolescentes que coordina Mónica Pari.

Además, a las 21 suben a escena cinco puestas en distintos espacios. 

En Soma Danza (Libertad 5067) se presenta la obra “Terraza Pequeñovariete”, que amalgama el teatro, la música y la danza sosteniendo al arte como patrón de continuidad de la vida. Participarán Laura Sánchez, Mariana Mora, Las Cholas (música entre los Andes y el Mar) y Soma Danza.

En El Séptimo Fuego (Bolívar 3675) sube a escena “Una rosa blanca”, del grupo de teatro “El Buho”, con texto y dirección de María Cecilia D’Angelo y actuación de Lalo Alías. Es la historia de un cansado profesor de Literatura que solo espera que llegue su jubilación cuando es sorprendido por un pedido institucional. La búsqueda de textos lo vincula estrechamente con José Martí, su poética, sus luchas, su amor por Cuba y la entrega de su vida a sus profundos ideales de identidad latinoamericana.

En Liberart (Moreno 2742) se realiza un show con Cristián Boragina, al estilo music hall.

En El Telón (España 1839) se presenta “La sentencia merecida”, con texto y dirección de Loreto Yeomans y las actuaciones de María Iranzo y Mauro Martínez. Un thriller de suspenso e intriga, policial, la obra habla sobre la justicia y la pena de muerte.

En el Colectivo Cultural A la Vuelta de la Esquina (Alberti 3723), “El último”, un unipersonal de Olivia Diab, con dirección de Federico Balderrama. Basada en el cuento homónimo de Haroldo Conti, está escrita y dirigida originalmente por Guillermo Yanícola.