Crimen de Nueva Pompeya: “Me querían matar por una deuda de drogas y me defendí”
El imputado del asesinato de Carlos Adrián "El Tío" Delfino aseguró que se defendió del ataque después de ser golpeado y cuando lo querían matar. Admitió que debía plata por el consumo de drogas.
Matías Venerus (29), el hombre detenido por matar de cuatro disparos a Carlos Delfino (57) en el pasillo de su casa del barrio Nueva Pompeya, admitió que fue el autor de los disparos y dijo que lo hizo para defenderse de los golpes y de las amenazas de muerte por el cobro de una deuda por drogas.
La declaración de Venerus se dio ante el fiscal Juan Pablo Lódola esta mañana en el edificio de tribunales con la asistencia de su abogado defensor Mauricio Varela. Venerus reconoció que su vínculo con Delfino tenía relación con la venta y consumo de estupefacientes. “Me vinieron a matar por una deuda de drogas y me defendí”, dijo en otras palabras el imputado de homicidio agravado por el uso de arma.
En su versión de los hechos, el imputado señaló que el lunes al mediodía un vecino le avisó que lo buscaba un hombre en la puerta y que, atemorizado por las amenazas de muerte telefónicas que había recibido, salió a recibir al desconocido tras ocultar en su cintura el arma de su suegro.
Apenas Venerus se asomó a la vereda fue abordado por dos hombres, uno de ellos Delfino, que comenzaron a increparlo y a darle culatazos y golpes. “¿Viste que te iba a tocar?” le habrían dicho y lo llevaron amenazado para adentro de su casa. Según el imputado, en ese momento, cuando iba hacia su PH del fondo del pasillo de 11 de septiembre al 3900, Delfino le ordenó al otro hombre, que iba armado, que lo matara a Venerus. Fue entonces cuando empezó un tiroteo que acabó con Delfino mortalmente herido y con el otro hombre en fuga.
En medio de esa situación se produjo la muerte del perro dogo de Venerus que, según un análisis de una veterinaria convocada, presentaba una herida de arma blanca. A su lado había una sevillana y un gas pimienta que se cree que portaba Delfino. No está claro si el perro murió atacado de una puñalada o por quedar en medio del tiroteo.
A propósito, a la espera de las conclusiones de los peritos en balística, el fiscal Lódola escuchó de boca de Venerus que el cómplice de Delfino también había realizado al menos dos disparos antes de escapar.
Tras la declaración, el fiscal Lódola solicitó al juez de garantías la detención de Venerus, que hasta ahora estaba aprehendido. La posibilidad de que se trate de una legítima defensa dependerá de los estudios forenses, el de la autopsia de Delfino, la autopsia al perro (es importante saber si Delfino lo apuñaló delante de Venerus), la balística y el análisis telefónico en el que el imputado habría recibido amenazas de muerte.