Carlos Delfino, el hombre asesinado de cuatro balazos en un angosto pasillo de un PH del barrio Nueva Pompeya, no era otro que “El Tío”, el acusado de ser el líder de una banda de vendedores de cocaína que operaba como una empresa pero que fue desarticulada en el año 2017.

Dos disparos en la cabeza, uno en su pierna izquierda y otro en el tórax dejaron en agonía a Delfino en el mediodía de lunes y menos de una hora después los médicos de la guardia del Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) constataron su fallecimiento.

Así acabó la vida de Delfino, alias “El Tío”, quien junto a su ex esposa Silvia Levy habían sido acusados de liderar una organización dedicada a la venta de cocaína y que tenía como base una vivienda ubicada en  la misma manzana de la comisaría Novena, en el lujoso barrio Los Troncos de esta ciudad.

De acuerdo a los datos confirmados por fuentes oficiales, Delfino se presentó ayer en una vivienda de 11 de septiembre al 3900 acompañado por otro hombre. Ambos habían llegado en un vehículo utilitario que quedó en marcha en la calle y a bordo del cual, dijeron testigos, había una mujer.

Lo que sucedió dentro de ese pasillo puede reconstruirse por una cuestión lógica de secuencia fáctica, pero no el móvil, aunque los rumores indican que Delfino fue en busca de un dinero que alguien allí le adeudaba. Se sabe que el blanco de los reproches de Delfino fue el morador del departamento del fondo, Matías Venerus (29), cuyo perro en un momento salió en su defensa. Delfino o su acompañante (probablemente Delfino) atacó con gas pimienta y con una navaja al perro de raza dogo de Burdeos, y le causó la muerte. Por la labor pericial se estima que fue entonces cuando Venerus tomó una pistola calibre 45 que pertenece a su suegro y efectuó varios disparos, de los cuales cuatro impactaron en Delfino.

Mientras personal médico del Same trasladaba a Delfino al HIGA, una veterinaria confirmaba la muerte del perro, cuya característica esencial era ser guardián, como todos los de su raza.

Venerus, que presentaba algunas lesiones superficiales, se entregó a la policía minutos después y también hizo entrega del arma empleada para matar a Delfino.

Los Tíos

En enero de 2017, una profunda investigación judicial basada en escuchas telefónicas y en el entrecruzamiento de relaciones vinculadas al narcomenudeo desnudó el accionar de una banda denominada “Los Tíos”, porque así era como apodaban tanto a Delfino como a su entonces pareja Levy.

Fueron ocho los allanamientos en los que se secuestraron envoltorios de cocaína preparados para la venta “delivery”, que era cómo operaba este grupo. En la investigación se reveló que tenían choferes que cumplían turnos e incluso franqueros. Casi una Pyme.

Delfino y otros integrantes de la banda fueron detenidos, pero no Levy, quien permaneció prófuga hasta julio de ese mismo año. Una de las viviendas allanadas era una suntuosa casona de Lavalle al 4000, en proximidades de la comisaría novena.

Vivienda de Lavalle al 4000.

La causa penal fue accidentada y se dividió en distintas partes debido a las posturas procesales de los imputados. Algunos aceptaron juicio abreviado como el chofer Matías Almirón que recibió una pena de 6 años de prisión firmada ante el juez Jorge Peralta del Tribunal Oral N°4.

La imputación contra Delfino y Levy se mantuvo pero una serie de incidentes de incumplimiento de plazos planteados por la defensa llevaron a que el juicio oral aún no se realice. La Cámara de Apelaciones local coincidió con la defensa pero hace un par de meses atrás Casación revocó esa decisión y ordenó que se celebre el juicio. No obstante la defensa presentó el recurso de Corte y, por lo tanto, seguirá la postergación hasta que se resuelva.

En el transcurso de la mañana de este martes prestará declaración Venerus, acusado por el delito de homicidio agravado por el uso de arma. El fiscal Lódola deberá resolver si actuó en el marco de la legítima defensa o bien si se excedió.