El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, aseguró que las políticas de Precios Máximos y Precios Cuidados permitieron “preservar la canasta básica y el bolsillo de los argentinos”, además de contribuir a tener una inflación anual de entre 18 y 20 puntos menos respecto de 2019 y evitar el desabastecimiento.

En una entrevista con Télam, el ministro planteó que el esquema de precios que el Gobierno montó con las empresas de consumo masivo “permitió evitar una escalada de precios desde marzo, al inicio de la pandemia, y cualquier escenario de desabastecimiento, porque no faltó ningún producto relevante más allá de una situación puntual”.

“Lo primero que tenemos que decir es que la inflación proyectada para este año se ubica entre 18 y 20 puntos por debajo de la de 2019. Hemos tenido un proceso de reducción de la inflación muy intenso, que por supuesto no alcanza pero la caída fue muy significativa después de dos años de un proceso inflacionario muy fuerte”, afirmó Kulfas.

En medio del debate con las empresas alimentarias por la salida de Precios Máximos, el funcionario ratificó que “el programa tiene como fecha de vencimiento el 31 de enero y, cuando llegue ese momento, se analizará esa situación”.

“Nosotros vamos a preservar la canasta básica, el bolsillo de los argentinos que han sido muy golpeados por la pandemia”, aseveró Kulfas.

“Tuvimos un segundo trimestre muy difícil y después una recuperación, pero compensar lo que fue ese momento donde las medidas sanitaria llevaron a tener buena parte de la actividad económica paralizada, fue muy complicado. Tuvo efectos negativos y siempre buscamos preservar a los sectores más vulnerables, a los sectores medios que también sufrieron las consecuencias de la pandemia”, reafirmó el economista.

En ese sentido, Kulfas ratificó que el Gobierno está “buscando un camino con el sector para ir desarmando de manera gradual el esquema de Precios Máximos, pero sin generar efectos disruptivos sobre la mesa de los argentinos ni generar problemas en el consumo”.

“Por supuesto, algunos sectores querrán ir un poco más rápido pero nosotros priorizamos el cuidado de la canasta de consumo de los argentinos”, reseñó sobre los reclamos de las entidades que nuclean a las empresas elaboradoras de alimentos, que acusan un perjuicio por el congelamiento de precios cuando sus materias primas se incrementaron en los últimos meses.

Respecto de los reclamos, Kulfas expresó: “Somos un Gobierno que dialoga y escucha mucho, y a raíz de eso en dos ocasiones del año entendimos que había que hacer una actualización porque hubo aumentos de costos; también deslistamos algunos productos, pero siempre dentro de una mirada de conjunto de los sectores más vulnerables y afectados por la pandemia”.

“Tensiones hay y va haber más en un período de crisis, pero nuestra función es administrar esas tensiones priorizando los intereses de la mayoría”, reiteró al asegurar que, en este proceso, “no se registraron efectos de desabastecimiento a pesar de las muchas dificultades por la movilidad de personas y mercaderías, y la preocupación que generó en la población el coronavirus, que se agolpaba en los supermercados a comprar, peor aún en esos escenarios no faltó nada”.