Del Potro entregó todo pero no pudo llegar al oro
Se quedó con la medalla de plata al perder con el británico Andy Murray en cuatro sets.
Por Vito Amalfitano
Desde Río de Janeiro
El tandilense Juan Martín Del Potro le dio a la Argentina la medalla número 73 de su historia, de plata, porque, pese a un esfuerzo conmovedor, no pudo alcanzar el oro al caer en cuatro sets, ante el escocés Andy Murray por 7-5, 4-6, 6-2 y 7-5 en cuatro horas y dos minutos en el Court Central del Centro Olímpico de Tenis de Río de Janeiro, Brasil. Es la segunda medalla consecutiva dorada del británico.
En el primer set Andy Murray lució sobrio ante un Juan Martín Del Potro casi tan errático como en el primer set ante Nadal. Así fue como el escocés quebró enseguida y se puso 2 a 0.
El tandilense experimentó una primera recuperación rápida, pero parcial, para quebrar también él a los 26 minutos de juego y quedar 1 -2. Pero Murray, -que en un par de oportunidades del parcial se salió de partido, incluso con dobles faltas, -como ya le había pasado en el partido con Fognini en la etapa previa- quebró en el cuarto game y en el último, en ambas oportunidades con definiciones brillantes de golpes paralelos después de haber llevado a la red con mucha destreza e inteligencia.
Fue un set con cinco quiebres, lo que marca también que Del Potro no pudo hacer valer una de sus dos armas fundamentales para emparejar el talento insuperable de Murray, su primer servicio. Metió dos aces en el set, pero no fueron resolutivos.
El otro gran atributo del tandilense, el drive, apareció, pero más esporádicamente y menos contundente que en partidos anteriores y se volvieron a repetir errores no forzados, como contra Nadal, aunque no con tantos altos porcentajes de fallas propias.
En definitiva, en una hora y 14 minutos Murray dio cuenta de Del Potro en el primer set, no con poco esfuerzo, y extremando su talento y haciendo valer su mayor resto físico, más allá de ese par de “lagunas” que experimentó.
Del Potro, no obstante, se mantuvo fuerte mentalmente, y quebró en el primer game del segundo set y luego levantó dos break para ponerse 2 a 0.
A partir de allí fue un duelo de saque y volea por un rato, con el drive de Del Potro y los globos sutiles de Murray para matizar. En ese marco, en el séptimo game el escocés definió el parcial con tres aces. Pero otra vez la cabeza y la estrategia de Del Potro fueron “de reloj suizo” y se impuso en el octavo game con suficiencia.
Murray pudo salir de una zona comprometida, levantar un set point, con sus mejores virtudes, el talento y la inteligencia para moverlo a Del Potro y no permitirle ejecutar su drive con comodidad.
Pero a Del Potro le podía mover las piernas pero no la cabeza. El tandilense resolvió el set potenciando al máximo sus virtudes. Con su saque sí, pero cuando no le salió el primer servicio jugó al límite con su drive y metió golpes de derecha de tanta velocidad y potencia que, como dice Daniel Orsanic, no vio nunca antes en el tenis. Del Potro sabía que solo así podía emparejar la diferencia física con Murray, y también para equiparar las virtudes técnicas del británico. Así se llevó el segundo set en una hora, 6-4.
Pero desde el comienzo del tercer set apareció otro Murray, más sólido, con menos fisuras, y un Del Potro que cada vez más acusó sus imposibilidades físicas. Ahí es también cuando quizá la cabeza dejó de “irrigar” de la misma manera y como momento clave en el partido el tandilense cometió dos dobles falta seguidas en el inicio del sexto game, que Murray resolvió y quebró con un brillante drive cruzado.
Ahí Murray ganó el set, necesitando menos tiempo que en los anteriores, 36 minutos. Del Potro no dio más, su físico no le respondió y el británico lo resolvió con el brillo y la solvencia que tuvo en todo el torneo.
En el comienzo del cuarto set empezó el juego de los errores y hubo cuatro quiebres de saque seguidos. En el segundo de Del Potro su rival cometió dos dobles faltas. Pero el tandilense no aprovechó la oportunidad para ponerse 3 a 1 porque no le respondió su primer servicio.
Primer punto con saque fue el quinto, para Murray. Pero el siguiente fue el mejor de Del Potro para el 3 a 3 dejando en cero al británico, con primer servicio y drives impecables.
Del Potro una vez más recuperó fuerzas de dónde no tenía y quebró en el séptimo game con gran decisión en la red.
Pero Murray volvió una vez más y en el décimo game, quizá el más brillante del partido, el escocés quebró aun con una resistencia increíble de Del Potro y duelos memorables en la red.
En el undécimo game Del Potro fue abiertamente perjudicado por un fallo que le impidió ponerse 40-0 y después Murray le levantó dos break para ponerse 6-5.
En el final Murray quebró y lo quebró a Del Potro. Lo que parecía imposible por la resistencia de La Torre. Que construyó una historia épica en estos Juegos Olímpicos. Ganó la medalla de plata, fue de Oro. Por eso todo el estadio lo despidió con un “Delpo/Delpo” conmovedor, con el tandilense tratando de contener las lágrimas.