El cielo despejado durante toda la jornada formatearon un sábado casi de verano que, como cada vez que las condiciones climáticas lo permiten, favoreció los paseos al aire libre y las estadías playeras. Si no fuese porque la mayoría de los rostros se mostraron casi cubiertos por los barbijos, la postal del sector costero se asemejaba a la de un día de la antigua normalidad por la densidad de personas por metro cuadrado.

Aunque en determinados sectores de la costa, como las bajadas a Playa Grande, el Paseo Jesús de Galíndez y Varese, se prohibió el paso masivo de vehículos; la fase 3 en la que se encuentra la ciudad casi desapareció para la circulación peatonal.

Incluso, en muchos de los lugares costeros, se formaron grupos de personas –especialmente jóvenes- que además de no respetar la correspondiente distancia de seguridad, se atrevieron a compartir el mismo mate.

Sin distancia

En tanto, sobre la arena, muchos se instalaron con sombrilla y reposeras para adorar al dios Febo, generando sus propios grupos de pertenencia que intentaban ocupar una fracción de arena entre los esqueletos de los toldos. Allí muy pocos lucieron sus barbijos.

Los amantes de los deportes acuáticos disfrutaron del mar que ostentó cierto oleaje por efecto del viento del oeste.

Desde la escollera norte hasta pasando el casino, no se encontró casi lugar para estacionar, lo que demostró la cantidad de gente llegada desde distintos barrios para disfrutar un rato de la vista marítima.

Así, muchos se preguntaron si los próximos fines de semana podrían convertirse en una especie de “prueba piloto” de cara al verano, en cuanto a los comportamientos en las playas o en otros espacios al aire libre.

La máxima fue de 23º, a las 14.05, según informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), cuyo pronóstico para este domingo anuncia condiciones similares aunque con un leve descenso de la temperatura.

Así, se espera cielo despejado, alguna neblina matinal y una máxima estimada en 19º, con viento del noroeste rotando hacia el noreste durante la tarde.

Fotos: Mauricio Arduin | LA CAPITAL.