Por MiTre
Parece que queda poco para volver a salir con todas las precauciones.
Da la impresión que al encierro no le queda mucho tiempo. Y más allá de una expresión de deseo, se percibe en el aire y en las noticias. Así el sexagenario en riesgo cree que necesariamente va a cumplir 8 meses, adentro, el 20 de noviembre en cumplimiento de la cuarentena decretada por la pandemia provocada por el coronavirus. Pero aguarda con marcada expectativa lo previsto para la temporada.
Mientras, está en su casa con casi todos los hábitos cambiados (la mayoría para bien), camina por el barrio, se asolea desde el balcón vigía, cocina, lee, y mira TV, en definitiva pasa el tiempo con muy buen ánimo y esperanza. El clima ayuda bastante y el sexagenario, por momentos, amagó con el uso de protector solar habida cuenta que el reducto utilizado para tomar sol (el balcón), por ejemplo, se transforma en un microhorno cercano a un rostizador.
Por otro lado ya tiene casi lista la bicicleta rescatada del garage donde colgaba desde hace años ya casi jubilada. Ahora vuelve, previo service profesional para dejarla en óptimas condiciones antes de largarse por las calles marplatenses cuando se concrete definitivamente la ciclovía. Siempre respetando distanciamiento y con tapaboca para evitar riesgos innecesarios.
El tiempo transcurrido es mucho. La espera se hizo interminable. Sin embargo no son pocos los que han podido mantenerse serenos estos 7 meses. La política sanitaria, por momentos, chocó contra la necesidad económica de la gente y trastocó conductas. Momento que fue aprovechado por irresponsables con las consecuencias conocidas.
Todo parece indicar que la semana que viene habrá más flexibilidad. Ojalá estemos a la altura responsablemente para protegernos y proteger a los demás como las autoridades sanitarias lo piden y así ayudar a recuperar parte del ritmo comercial de la ciudad.