El Taller Protegido festeja sus 30 años de vida con sus cuentas al día
La entidad sufre un fuerte déficit. Sin embargo, el trabajo de la comisión directiva genera los recursos para que funcione de manera normal.
El Taller Protegido de Producción Balcarce nació el 13 de agosto de 1986 ante la inquietud de padres, profesionales y un sector de la comunidad, preocupado en dar respuesta a la problemática planteada en torno a la discapacidad.
Actualmente son 34 los operarios que componen la institución, donde reciben un espacio laboral, contención y estimulación para atender patologías mentales, físicas y sensoriales.
La directora de la entidad, Susana Testa, manifestó que se vive un clima de felicidad y a la vez de preocupación porque siempre existe un fuerte déficit operativo que debe ser cubierto por la cooperadora que trabaja incansablemente para reunir los fondos mes a mes.
La institución funciona de lunes a viernes, de 8 a 16, con actividades que tienen que ver con la fábrica de polietileno, la confección de sobres y bolsas de papel, la restauración y encuadernación de libros y servicios a terceros.
Testa reconoció que “el Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia nos envía 23.800 pesos por mes (700 pesos por cada operario) pero tenemos un gasto mensual de funcionamiento de 80.000 pesos”.
En este sentido, la titular reconoció que el “trabajo incansable” de los integrantes de la comisión directiva hace que todos los meses se deban reunir los más de 50.000 pesos para seguir funcionando de manera normal.
Una de las principales fuentes de ingreso que tiene la entidad es la rifa anual así que en gran medida dependen de la venta. También se suma la cena mensual, rifas menores, polladas y cualquier otro tipo de organización que sea redituable.
Testa resaltó que un dato a tener en cuenta es que sólo 4 de los 15 integrantes de comisión directiva tienen a un pariente como concurrente. También que muchas veces cuando se afrontan gastos corrientes algunos de ellos sacan plata de su propio bolsillo.
Por su parte, los concurrentes reciben un peculio mensual de la provincia de 500 pesos y otros 400 de la nación. Asimismo, la ganancia que se devenga entre el resultado de la venta de los productos que se generan y la compra de materiales se divide entre ellos.