El 28 de julio a la madrugada, una mujer que dormía en su casa del barrio Punta Mogotes fue sorprendida por dos delincuentes encapuchados, quienes la despertaron con amenazas, la maniataron e intentaron asfixiarla con una almohada para que entregara dinero y objetos de valor. Uno de los asaltantes pudo ser identificado por los investigadores, pero tras evadir una serie de allanamientos se mantuvo prófugo y en el anonimato durante tres meses, hasta que fue interceptado este viernes en la vía pública, reconocido por sus tatuajes y finalmente detenido.

El hombre fue identificado como Ricardo Ismal Faijos (47), quien fue imputado por el fiscal Mariano Moyano por “robo agravado” y quedó alojado en la Unidad Penal 44 de Batán. Faijos es considerado un peligroso delincuente, con un prontuario en los últimos 20 años de numerosas entradas en las comisarías y ocho procesamientos penales por diferentes robos violentos.

Ese 28 de julio a la madrugada, los delincuentes huyeron de esa casa de Punta Mogotes con 2000 euros, 1000 dólares y 5000 pesos. Personal del Gabinete de Robos de la Dirección Departamental de Investigación pudo identificar a uno de los asaltantes como Faijos, mientras que del otro hombre no pudieron recolectar información concluyente.

Con esa información, el fiscal Moyano le solicitó a la jueza de Garantías Lucrecia Bustos la orden de allanamiento y detención para Faijos, y las mismas se llevaron acabo el 30 de julio, pero el sospechoso logró esquivar a la policía y desde ese día se mantuvo prófugo de la Justicia.

La investigación para dar con Faijos continuó y tras una serie de tareas de inteligencia, el personal de la DDI pudo establecer las zonas que frecuentaba el hombre, por lo que de manera discreta, se desplegó personal policial hasta que finalmente lo interceptaron mientras caminaba por la calle, en España y Castelli.

Al intentar identificarlo, Faijos le entregó a la policía un documento perteneciente a un familiar, cuyas características fisonómicas son similares a las de él, pero aún así, fue reconocido por los investigadores a través de los tatuajes que poseía y que estaban registrados en la base de datos del sistema A.F.I.S. de Policía Científica.