Carta Abierta al Pueblo Peronista
Juan Manuel Rapacioli.
Por Juan Manuel Rapacioli
Presidente del PJ
Queridos Compañeros
Queridas Compañeras:
Se aproxima un nuevo 17 de Octubre. En éstas épocas pandémicas, las cosas son bien distintas de como las veníamos haciendo en nuestra ciudad. Más de una década de organización conjunta, año a año, nos dieron como resultado las más grandes movilizaciones que recuerden la dirigencia y la militancia, solo para decir -como siempre-: “Presente mi General”.
En nuestro ADN constitutivo está la Resistencia, y centralmente, lo que siempre profesamos, está el Amor; porque el Peronismo es: “La Doctrina del Amor”.
Estos dos ingredientes nos han sido muy útiles en este tiempo sin tiempo. Resistir al ataque virulento de un elemento invisible y dañino para nuestra salud física, con la dolorosa consecuencia de la pérdida de la vida de tantos conciudadanos y conciudadanas y el amor que nos impulsa a cuidarnos para cuidar.
También con virulencia nos atacan los antiperonistas que nos quieren ver fracasar. Nos quieren ver reaccionar para victimizarse; pero claro, una vez más las sabias enseñanzas del viejo general nos iluminan: “El tiempo y no la sangre”.
Se ha dispuesto una marcha “virtual” para recordar estos primeros 75 años de aquel 17. Esto nos priva de la cercanía física, de compartir el tumulto, de darle esa característica oceánica que el movimiento tiene, pero a pesar de ello, esta virtualidad nos dará la posibilidad de estar conectados en ésta, mal llamada a mi criterio, nueva normalidad.
El Partido adhiere a ésta presencia y te invita y convoca. Somos orgánicos. Nos alineamos a la decisión del conjunto dirigencial.
Por otro lado, también sabemos que se está organizando una caravana de la Lealtad, con todos los cuidados, también para cuidarnos y cuidar.
Debo decirles que este acto de sana rebeldía al que no puedo, al que no debo convocar, también me representa. Algo tan nuestro como la ya mencionada rebeldía no podia menos. Debo decir que tampoco uno es quién para desalentar este modo de expresión.
¿En serio nos vamos a enfrentar, o vamos a descalificar a aquellos compañeros o compañeras que han decidido algo distinto a un sector de la dirigencia?
Somos ríos distintos que convergen en el mismo mar peronista.
Muy por el contrario a enfrentarnos estamos para entender, estamos para comprender, para analizar cada paso del movimiento. A eso apostamos, a eso: todos uno en la diversidad.
Siempre apostaremos al diálogo por más que alguno o alguna lo hayan dado por terminado.
Nosotros siempre estaremos con las puertas y los brazos abiertos para festejar el encuentro, para festejar el reencuentro.
Sí me permito, y una vez más aquí el amor y el cariño que siento por cada uno y una de ustedes, que si se va a hacer, como entiendo inevitablemente se va a hacer, sea con todos los cuidados del caso para no tener que lamentar ni un sólo contagio. Esto puede lograrse preservándose cada uno, cada una, dentro del auto, con la ventanilla levantada y con mascarilla o tapaboca, y para aquellos que no puedan, siempre está latente la posibilidad de la virtualidad.
Busqué este modo de hablarte querido compañero y compañera, también para aprovechar y decirte que te extraño. Extraño nuestras reuniones, nuestros mates compartidos, extraño al partido abierto, vigoroso y vital, extraño ese ámbito lleno de alegría e intensidad.
Te pido que te sigas cuidando, te pido que sigas creyendo que venceremos, porque el Peronismo siempre vence.
Te pido que no te sientas solo ni sola.
Son tiempos bravos, también es bravo el Peronismo.
Y eso somos, hombres y mujeres del movimiento nacional, tenemos la tarea de concluir la inconclusa revolución justicialista.
Nos necesitamos sanos y fuertes, por eso seguí cuidándote, seguí cuidándonos. Esto es entre todos, porque recordá, siempre recordá, que todos unidos triunfaremos.