Un martillero marplatense presentó un proyecto para lotear un predio y así generar que las familias accedan a su propia vivienda.

De manera “legal y accesible, a través de una subasta pública” y al mismo tiempo para evitar “la toma de tierras, como sucede por ejemplo en Guernica”, explicó a LA CAPITAL el corredor público Norberto Ise.

“En 2014 presentamos en la municipalidad y en la secretaría de Obras un proyecto para lotear un predio de 40 hectáreas y poder construir ahí viviendas, que serían construidas por los propietarios a través de los créditos otorgados”, detalló.

Dadas las condiciones del mercado, actualmente las familias pueden acceder a la vivienda propia “a través de un crédito, que sería cobrado directamente por ellas y así hacer la obra. La idea es que una vez aprobado el loteo, se realice un remate del que pueden participar los pre adjudicados al crédito. Entonces una vez otorgado el mismo, el Estado aprueba el plano y empiezan a construir y cada familia hace su casa con quien quiere”.

De acuerdo a los cálculos de Ise, el barrio se terminará en dos años y el costo para acceder a la vivienda propia sería de unos 30 mil dólares. “De esta manera se puede comprar el lote en el remate por 5 mil dólares y los 25 mil restantes que otorga el Estado se usa para la construcción de la casa”.

Prevención

Así, el martillero y corredor público sostuvo que también se evita la toma ilegal de tierras, tal como está sucediendo en Guernica. “Ahí la gente ocupó terrenos porque no tiene dónde vivir y acá tenemos la solución, loteando un terreno privado, que de esta manera también se puede vender. La idea es replicar el proyecto en todo el país, aunque tenemos que potenciarlo desde la provincia”.

La idea inicial fue presentada en 2014, con el surgimiento del Plan Procrear y la idea es que se perfila como una conveniencia para todas las partes.

“Para el comprador es mucho mejor porque el precio que se pueda conseguir es muy inferior al del mercado inmobiliario -añadió-, ya que la oferta está destinada a los adjudicatarios de créditos hipotecarios y la condición de participación de los remates es solo para los que ya tienen el crédito adjudicado”.

Asimismo, especificó que no contemplan la opción de loteo y venta abierta de los terrenos porque “de esa forma no se ordenaría la construcción de forma armónica y desarrollada en un tiempo corto y se generaría la especulación inmobiliaria de compradores a la espera de que el barrio crezca”.

“Si esperan que los lotes aumenten -agregó Ise- se frenaría el crecimiento y calidad del espacio común, no se podrían hacer mejoras con costos repartidos entre los vecinos del lugar y no se podría hacer, por ejemplo, una planta depuradora, la recolección de residuos organizado y el sistema de seguridad preventivo controlado”.

Además, destacó la ventaja comparativa del plan debido a que “en un barrio medio alejado, con 30 mil lotes no llegas a comprar ni el terreno”.

En ese sentido, insistió en que “la base de cada lote se calcula en no más de 5.000 dólares. De acuerdo a la ubicación de los terrenos dentro del barrio, suponemos que habrá más demanda aumentando las ofertas en la puja del remate y el sobrante que supere dicha base se ingresará a un consorcio para mejoras de los nuevos propietarios”.

A pesar de haber presentado el proyecto ante la municipalidad en 2014, el emprendedor no logró que lo escucharán y explicó que necesita del Estado “la habilitación y servicios, el control de las obras y el acompañamiento para lograr rapidez y eficacia en los trabajos”.

Futuro

El campo de 40 hectáreas podría ser loteado en “850 terrenos” y contaría con “plaza pública, comisaría, centro sanitario y planta depuradora”, enumeró. Además de la autorización municipal, Ise necesita para concretar “los estudios de hidráulica por parte de la provincia de Buenos Aires”. La idea surgió con “la esperanza de los planes Procrear, pero al caerse en 2015 no insistimos más y con (créditos) UVA tampoco”. Ahora, el martillero sostuvo que puede cambiar la visión del Estado porque “dice que es prioridad la vivienda digna”.