Con los arribos de Diego Gerbaudo y Rodrigo Acuña, desde las localidades cordobeses de James Creek y San Francisco, respectivamente, se completa el plantel de criollos de Peñarol que ya comenzó con la preparación para el inicio de la próxima Liga Nacional de Básquetbol.

Los recién llegados deberán someterse a los hisopados de rigor en el Laboratorio Fares Taie y, de arrojar resultados negativos, podrán sumarse este mismo fin de semana al grupo que ya comenzó con los entrenamientos.

También para estas horas se aguarda el arribo del entrenador Fabricio Salas, confirmado como asistente de Carlos Romano. Entre sus antecedentes, durante la última temporada condujo a Ciclista Juninense en la Liga Argentina y meses antes tuvo una experiencia al frente de Pichincha de Potosí, campeón invicto de la Libobásquet, la liga nacional de Bolivia.

Este entrenador puntano, nacido en Villa Mecedes, llega por primera vez a la Liga Nacional y construyó su carrera dirigiendo todas las categorías y prácticamente en todos los niveles desde el básquetbol asociativo. Además de cruzarse en la última temporada con Quilmes en la Liga Argentina, también se cruzo repetidamente con equipos marplatenses cuando dirigió a Ciudad de Saladillo en la Liga Junior 2018, sobre todo con Unión.

Para completar el cuerpo técnico de Carlos Romano resta la incorporación de un preparador físico, ya que se confirmó que el “profe” Matías Amodio no continuará con el equipo, que en los últimos días se movió bajo la supervisión de Tomás Sirochinsky.

En las últimas horas se confirmó, además, que los hisopados de todos los jugadores del plantel (el último fue el del bahiense Franco Pennacchiotti) que llegaron o que ya estaban en la ciudad dieron resultados negativos. Por ende, a más tardar el domingo, el “Negro” Romano tendría a todos los jugadores a disposición.

En cuanto a la incorporación del segundo extranjero, que desde el martes está a punto de cerrarse, las tratativas se encuentran en idéntico punto. Se volvieron a conversar cuestiones mínimas y falta que el alero elegido, con pasado en la Liga Nacional, remita el contrato firmado.

Por último, la dirigencia de Peñarol celebra una flamante incorporación. Bruno Miño, hijo del inolvidable Alfredo Miño, incansable dirigente fallecido dos años y medio, se sumó al equipo de Domingo Robles. Hijo e’tigre.