A casi una semana de anunciar la reapertura del sector pese a las restricciones, los gimnasios de la ciudad recibieron un gran número de consultas, pero aseguran que estas todavía no impactan en la cantidad de cuotas y asociados.

Al igual que los bares y restaurantes marplatenses, los gimnasios y natatorios decidieron el pasado miércoles abrir sus puertas y hacer caso omiso al sistema de fases dispuesto por la provincia de Buenos Aires para reducir los contagios en el distrito, el cual no habilita la actividad deportiva en espacios cerrados en la fase 3 del aislamiento.

Así y todo, y pese a que se encuentran trabajando en la que se considera la “temporada alta” del sector, referentes aseguran que el ingreso de clientes todavía “no es significativo”, pero mantienen las expectativas de que el mismo vaya en aumento en las próximas semanas.

“Estamos recibiendo muchas llamadas telefónicas y mucho apoyo de la gente, pero el ingreso todavía es muy bajo. De todas maneras, ante el gran número de consultas, creo que, muy de a poco, la situación va a ir mejorando”, señaló a LA CAPITAL Omar Merodio, integrante de la Cámara de Gimnasios y Natatorios y dueño del gimnasio homónimo, uno de los más grandes de la ciudad.

Pese a asegurar que desde el sector se encuentran “esperanzados”, el empresario resaltó que la situación que se atraviesa es “preocupante” y que la recuperación económica podría demorar más de un año.

“Venimos acumulando deudas desde hace siete meses, con muy poco trabajo, porque no sólo no pudimos trabajar, sino que actualmente el protocolo es muy restrictivo y no todas las actividades se pueden hacer. Ponernos la día nos puede llevar todo el 2021”, señalo y agregó que en la ciudad ya cerraron “entre 10 y 15” gimnasios.

Para graficar el panorama, Merodio aseguró que, para poder cubrir los gastos fijos de su local precisa al menos 300 usuarios. Sólo este mes alcanzó los 15.

“Además, antes trabajábamos de 7 a 11 de corrido. Hoy estamos abriendo de 8 a 13 y de 16 a 20”, indicó, al tiempo que compartió una decisión: “En las últimas semanas opté por habilitar un sector del local para la venta de artículos de bazar. Para habilitarlo para tal fin, tuve que ponerme al día con los impuestos municipales que había dejado de pagar estos meses. No me perdonaron nada”.

El empresario también argumenta la baja de la actividad a los protocolos. Si bien las reaperturas son ilegales por no estar aún contempladas en la fase 3 que rige en la ciudad, los referentes del sector aseguran seguir cumpliendo con los protocolos aprobados oportunamente, los cuales permiten una persona cada 25 metros cuadrados y actividades de baja intensidad, como musculación, pilates y yoga. Esto, advierten, restringe mucho el caudal de personas interesadas en pagar la cuota.

“Es una mezcla de sensaciones raras. Por un lado, estamos contentos de volver a trabajar, pero por otro, sabemos que no nos va a ir tan bien. Veo a colegas en Capital trabajando al aire libre con clases de taekwondo y así al menos empiezan a reactivar progresivamente”, señaló Merodio.

Aún con la garantía por parte del municipio de que “no se va a perseguir a quien quiera trabajar”, Merodio aseguró que existe una “esperanza” en el sector de que en las próximas semanas la actividad quede formalmente habilitada.