Los campeonatos del fútbol argentino se quedaron hoy sin fecha de comienzo en su totalidad, ya que a las abstenciones del ascenso se sumaron esta noche la primera división y también el Torneo Federal A.

Así, Aldosivi -que tenía previsto recibir a Colón en la primera fecha del torneo de Primera entre el 19 y el 22 de agosto- y Alvarado -que el domingo 21 debía visitar a Argentino Agropecuario en Carlos Casares por el Federal A- deberán esperar para volver a la competencia oficial.

Es que los dirigentes de primera se reunieron por la noche en AFA pero no resolvieron la iniciación del campeonato, ya que Olimpo, Rosario Central, Independiente, Banfield, Atlético Tucumán y Temperley se presentaron solidariamente con el ascenso, al cual hoy se sumó el Torneo Federal A, que tampoco jugará su certamen que iba a empezar el 21 de agosto.

Los que previamente habían adoptado la misma postura fueron los representantes de todas las categorías de ascenso, que iban a iniciar sus competencias, lo mismo que la primera, el 19 de agosto, excepto la B Metropolitana que iba a hacerlo el próximo fin de semana.

Y un hecho paradójico que se vivió ayer con la B Metropolitana se repitió hoy con la Primera C, ya que se sortearon ambos torneos sin la presencia de sus dirigentes.

Y mientras esto ocurría, en otra oficina de AFA se reunía el titular de la Comisión Regularizadora, Armando Pérez, con los presidentes de Independiente y Racing Club, Hugo Moyano y Víctor Blanco, respectivamente.

A ellos se sumaron acto seguido Nicolás Russo (Lanús), Eduardo Spinosa (Banfield), Marcelo Martín (Unión de Santa Fe), Horacio Martignoni (Sarmiento de Junín) y César Martucci (Boca Juniors), en tanto fue notoria la ausencia de River Plate.

Al cabo del encuentro los participantes revelaron que Pérez les pidió “paciencia” y que “sepan esperar hasta el martes próximo”, día en que prometió “que estará la plata”.

Por eso cualquier acción en el sentido de comienzo del torneo derivó hacia el martes próximo, 16 de agosto, vale decir tres días antes del anunciado inicio del certamen, por lo que de darse curso al mismo solamente habrá 72 horas para refrendar la forma de disputa del campeonato y organizar los 15 partidos.

Hoy por hoy, sin contar con los torneos federales, por fin de semana se juegan 72 encuentros, pero si la tesitura del ascenso no se modifica, solamente se jugarían esos 15, aunque desde las entrañas de la dirigencia afista está instalado el espíritu de que “empiezan todos o no empieza ninguno”.

Y justamente de eso se trató la reunión de Pérez con los siete representantes de clubes mencionados, que se extendió por espacio de una hora y tuvo posturas opuestas en parte de su transcurso, ya que había algunos dirigentes que querían empezar el torneo contra la oposición de estos últimos.

Pero la unanimidad llegó por fin a la hora de hablar puntualmente del dinero que percibirán, o no, todos y cada uno de los clubes del fútbol argentino, ya que esa incertidumbre unificó el concepto de no empezar con la competencia tal y como siguen dándose las cosas en este punto.

Es que a la AFA le restan cobrar 600.000.000 de pesos de los 900.000.000 que tiene previsto pagar el gobierno durante este último semestre del año, por lo que los clubes solicitarán que ese dinero se pague en dos cuotas de 300.000.000 a principios de septiembre y octubre, en vez de en cuatro de 150.000.000 prorrateados entre el mes próximo y diciembre.

Si eso no ocurre, el torneo de la A no comenzará, según avisaron los directivos esta noche. Obviamente, el tema económico fue, como quedó dicho, el que unió a todos.

Y a propósito de ello el titular de Olimpo, de Bahía Blanca, Alfredo Dagna, le indicó a Télam que la obligación “es ser solidarios entre todos los clubes de AFA y tener en cuenta que el día de mañana, los que hoy quieren empezar el campeonato pueden necesitar apoyo de los demás porque no cobran lo que les corresponde”.

“Acá no es cuestión de que solamente empiece la primera, sino todas las divisiones”, advirtió Dagna, haciéndose eco del referido sentimiento mayoritario que se alberga hoy en las entrañas de una AFA a la que le sigue costando muchísimo ponerse de pie.