“Merluan” y “Barlovento”, las nuevas botaduras de SPI Astilleros
Los buques costeros ingresaron al mar en una atípica ceremonia por la pandemia de coronavirus. La construcción de los barcos demoró un año e involucró a más de 100 personas.
La empresa SPI Astilleros realizó dos nuevas botaduras: se trata de los buques costeros “Merluan” y “Barlovento”, que fueron construidos en las instalaciones de la firma marplatense y tendrán asiento en el Puerto de Rawson.
Las botaduras de los buques “Merluan” y “Barlovento” fueron realizadas este lunes y martes en una ceremonia sin público por las restricciones impuestas por el aislamiento social, preventivo y obligatorio, aunque contó con la presencia del Padre Alfredo Romero de la Parroquia Sagrada Familia, quien dio las bendiciones a ambos barcos. Además, las madrinas de las embarcaciones, Agustina Nobile y Tamara Ledesma, fueron las responsables de la tradicional rotura de botellas.
“Han sido dos días llenos de emoción, alegría y satisfacción”, dijo Sandra Cipolla, Presidenta y CEO de SPI Astilleros.
Los buques costeros “Merluan” y “Barlovento” fueron construidos íntegramente en las instalaciones que SPI Astilleros tiene en Mar del Plata y pertenecen a la empresa armadora Semaloma S.A.
Según se informó, para llevar adelante la construcción se requirió del trabajo en conjunto de las diferentes áreas de la empresa, que involucró a más de 100 personas y un año de trabajo.
“Ver el compromiso que le ha puesto nuestro equipo a las construcciones, a cada detalle, significa para nosotros que estamos en el buen camino”, explicó Cipolla y destacó la unión con la empresa armadora Semaloma S.A: “juntos pudimos lograr estas dos embarcaciones de excelencia y de última generación, con un diseño trabajado en forma conjunta con su estudio de ingeniería”.
“Quiero agradecer, además, a los proveedores por el acompañamiento durante todo el proceso que estuvo atravesado por la pandemia y resaltar el trabajo de todo el equipo que enaltece a la industria naval argentina y a nuestro astillero”, sumó la presidenta de SPI Astilleros.
Por su parte, el representante de la empresa armadora Semaloma S.A, Sebastian De Haro, destacó que con estas dos nuevas botaduras “se celebra el trabajo de un equipo comprometido”. “Para todos los involucrados en este tipo de proyectos, este es un momento de mucha alegría ya que es el resultado de un gran esfuerzo”, relató.
Además, contó la relación de trabajo y los desafíos que compartieron con el astillero a partir de los nuevos buques. “Hace 2 años cuando fue la botadura del Don Nacho comenzamos a hablar para construir en conjunto un buque más grande. Luego redoblamos la apuesta y es así que hoy tenemos el Merluan y el Barlovento. Este desafío fue tomado con mucho entusiasmo y profesionalismo por la gente de Ingemar y los ingenieros de SPI”, sostuvo De Haro.
“Soy consciente del esfuerzo que ha puesto toda la gente que ha participado en ambas construcciones y reconozco las dificultades que ha tenido que sortear en este difícil contexto histórico”, dijo el representante de Semaloma S.A.
Por último, agradeció “a todo el equipo de trabajo, a los ingenieros de Ingemar, la Prefectura Naval Argentina, talleres, proveedores, a Agustina y Tamara que oficiaron de madrinas y al padre Romero, quien bendijo a las embarcaciones”.