Por MiTre

“Lingote Guido”, responde la mayoría de los taxistas que participan en el programa de Guido Kazcka. Así se distrae, un poco, el sexagenario en riesgo a la espera que se termine el encierro que empezó hace como seis meses por la pandemia.

La tele y apropiarse del control remoto, resultó un entretenimiento llevadero, por momentos, y también claro está, una fuente de información para concientizarse de lo que está ocurriendo. Aunque el sexagenario es de leer el diario. El papel, tenerlo en sus manos por la mañana y pasar las páginas. Elegir algún tema para dejarlo para después y poder seguir leyendo a la tarde, ahora que el tiempo lo permite. El diario de papel es su fuerte. Aunque hijos y nietos lo quieran aggionar con la tecnología, redes, teléfonos inteligentes, etc. Bueno…, nos fuimos de tema. Retomamos la tele entretenimiento y el control.

Así las cosas descubrió el tremendo esfuerzo que hace la tele por cable para que el usuario se vaya a nuevas plataformas como Netflix, Amazon, etc. A saber. La primera semana de encierro resultó bastante atractiva. Después, salvo los canales informativos y luego de un par de meses los deportivos (porque al principio no había nada que contar), el resto se repitió hasta el hartazgo. Lo siguen haciendo.

Al cabo de un tiempo, el sexagenario ya conoce que Stallone es Rocky, Rambo, Cobra, el amigo de Tango, indestructible, el pone bombas; igual queda para Schwarzenegger y sus 1,2,3… películas de acción hasta en un jardín de infantes; el pelado Statan que maneja más que Fangio; el comediante Sandler. Están todo el día con sus “pelis”. Otro tanto para las series: CSI y Horattio Caine que nos mira de costado; La Ley y el Orden; el mentalista que labura mucho para ayudar a la policía, entre otras repetidas.

Queda para distraerse, control en mano, los que construyen o reforman casas en EEUU (con precios increíbles) y los muchachos del Precio de la Historia que ofrecen el 1000 (mil)% menos de lo que piden los que llegan al negocio de Las Vegas.

En definitiva tener el control remoto en tiempos de pandemia no sirve de mucho. Menos mal que hay otras alternativas como la lectura o los juegos de mesa pero eso será tema de otro día.