Al igual que lo habían hecho en horas del mediodía de este lunes, efectivos retirados de la Policía Bonaerense y familiares de uniformados volvieron a protestar frente a la Jefatura Departamental: exigieron la suba de los salarios y las mejoras en las condiciones laborales para los integrantes de la fuerza.

La manifestación, que contó con mayor cantidad de concurrentes que la anterior, se realizó en la esquina de Gascón y Entre Ríos y fue absolutamente pacífica, tal como había ocurrido más temprano. A pesar de los rumores establecidos en las redes sociales sobre una supuesta desprotección de ciertas zonas de la ciudad, desde la fuerza insistieron en que el servicio de seguridad está garantizado y es prestado en forma normal.

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En la primera protesta, los manifestantes habían destacado la exigencia a la Provincia de Buenos Aires de un aumento salarial del 56%, el “correcto” pago de horas extras, el cese de “represalias”, asistencia psicológica, capacitación, móviles en condiciones, la democratización de la fuerza policial y el derecho a la sindicalización.

El secretario general de la Asociación Profesional de Policías de la Provincia de Buenos Aires (Apropoba), Miguel Ángel Reinoso, explicó entonces a LA CAPITAL que el reclamo realizado este lunes al mediodía es más bien “simbólico”, ya que “el personal policial es consciente que no puede perjudicar a la sociedad alterando el servicio de la seguridad que todo el mundo espera en este momento”.