El prestigioso entrenador de básquetbol Oscar Sánchez, de dilatada trayectoria en el país, radicado en esta ciudad tras haber dirigido a Quilmes durante quince temporadas, tomó en los últimos días la decisión de volver a dirigir profesionalmente y, después de años de no tenerlo, resolvió volver a relacionarse con un agente.

Gustavo Gorini es el nuevo representante de “Huevo” y tendrá la misión de conseguirle equipo, probablemente en el exterior. El entrenador no dirigía profesionalmente desde la temporada 2013/2014, en la que condujo a Quimsa de Santiago del Estero.

“Tomé la decisión de regresar hace quince días hablando con el ‘Gordo’ Jorge Caballero. Me decía que no podía creer que yo no estuviera dirigiendo. Yo le explicaba que no tenía representante y me contestó que no me iban a faltar. Le pregunté quienes quedaban y me tiró nombres. No tuve problemas para conseguirlo y me terminé inclinando por Gorini porque tiene muy buenos contactos en el exterior”, explicó el entrenador bahiense.

“En el país -analizó Sánchez- casi todos los equipos tienen entrenador. De todos modos, salvo cuatro o cinco, la mayoría de los clubes están muy mal, no tienen resto. Por eso estoy dispuesto a irme a dirigir afuera del país. Llevo varios meses escribiendo de básquetbol en Facebook, una locura. Sé que no será fácil, pero tengo muchas ganas de entrenar otra vez”.

“Huevo”, durante los últimos meses, volcó con cierta frecuencia sus conocimientos y sus anécdotas, con una buena dosis de humor, en su cuenta de Facebook. Y, como cualquiera puede suponer, sigue mirando todo el básquetbol que puede. Los play-offs de la NBA hoy concentran su atención.

“Me vuelvo loco, me desespera lo mal que defienden en la NBA. Hay algunas reglas defensivas elementales. Una de ellas, por ejemplo, es no saltar al tiro. Y veo jugadores que les hacen un amague y saltan a las plateas”, tiró.

“Nicola Jokic, por ejemplo, es un atacante increíble. Y un defensor increíblemente malo. Estoy convencido de que Milton Bell, que defendía poco, al lado suyo es ‘Paquito’ Festa”, cerró la charla con su picardía característica.