Cien años pasaron desde que Enrique Telémaco Susini puso al aire la ópera Parsifal, en Buenos Aires. Un 27 de agosto de 1920 montó su equipo precario en la terraza del Teatro Coliseo y con es envío inició la historia de un medio que, a pesar de las crisis y de las revoluciones digitales, supo adaptarse con inteligencia a cada etapa del país y a cada contexto histórico. Mientras tanto, nunca dejó de entrar en la casa de las familias del país.

Susini era titular de la Sociedad Radio Argentina. Estaba acompañado por otros rabiosos defensores de la tecnología de principios del siglo XX: César Guerrico, Miguel Mugica, Luis Romero e Ignacio Gómez. Por eso se los recuerda como “Los locos de la azotea”.

Los “locos de la Azotea”.

En 1921 siguieron las transmisiones de música clásica, un año después eran frecuentes las noticias y sus protagonistas y en 1922, la radio argentina transmitió la asunción del presidente Alvear, de acuerdo a lo que informa el sitio web elarcóndelahistoriaargentina.com.

A fines de esta década, con los avisos publicitarios y el surgimiento de los radioteatros, la radio empezaba su camino de apogeo. En simultáneo, nacían las emisoras más importantes del momento, muchas de las cuales siguen en la actualidad.

“La introducción de los parlantes modificó sustancialmente las condiciones de escucha y fue así que el aparato receptor (la radio), iba ganando un lugar importante en el hogar”, recuerda ese mismo sitio web, que indica que el poderío de las radios era tal que muchas de las revistas de la época alimentaban sus páginas con los actores y las actrices de moda, que eran las voces centrales de los radioteatros de entonces.

1926, Mar del Plata

Seis años después de aquella épica emisión desde El Coliseo, en una casona ubicada en XX de Septiembre 1546, frente a la Plaza Rocha, nacía en 1926 la Broadcasting D4 Atlántica, que más tarde se convertiría en LU6 Emisora Atlántica.

Un joven Piazzolla, en el auditorio de LU6, junto a guitarristas y cancionista. Fuente: Fotos de Familia.

Fue la primera emisora del interior del país que emuló el proyecto de “Los locos de la Azotea”: música en sus orígenes. Fue un emprendimiento de José Sacagnini, quien trabajaba con su estrecho colaborador Víctor Fagnani.

El locutor y conductor Ricardo Pérez Bastida, quien arrancó en la radio de la mano de Héctor Larrea, recuerda que una placa ubicada en la fachada de la casona de XX de Septiembre informa sobre el hecho histórico que sucedió en su interior.

Jazz y orquestas típicas eran parte de las transmisiones, en las diversas locaciones que ocupó la radio antes de pasar por varios domicilios hasta su actual edificio en la calle Córdoba. Un adolescente Astor Piazzolla mostró su talento en vivo, lo mismo que hizo Manuel Rego y Armando Blumetti, otros grandes músicos de la ciudad en los célebres envíos con público que se hacían desde el auditorio de la radio.

Larrea: “Me hizo mejor”

“En la radio encontré una manera de vivir las cosas con mayor encanto y eso se prolonga hasta hoy, a mis 82 años. La radio me hizo mejor”, dice Larrea, nacido en Bragado, en una entrevista con Telam.

Héctor Larrea.

“Para mí no hay nada mejor que la radio, es el mejor descubrimiento que se haya hecho. Uno puede decir ‘bueno pero la penicilina, la vacuna antipolio, internet…’, pero para mí nada me abrió los brazos como la radio, nada me hizo pasear el alma como la radio, nadie me mimó como la radio, nada me ofreció todo lo que me ofreció la radio”, dijo quien es considerado uno de los grandes maestros de este medio.

Lejos de retirarse, Larrea sigue en radio con “El carromato de la farsa” –que se emite de lunes a viernes de 14 a 16 por Radio Nacional-. Y debutó hace 60 años en Radio Antártida.

Vernaci, antes y después

El rol fundamental de las mujeres en la centenaria historia de la radio es celebrado por protagonistas del medio que destacan el rol de Elizabeth Vernaci.

“A la hora de hablar de mujeres en radio para mi generación es imposible no pensar en la ‘Negra’ Vernaci, Niní Marshall, Nora Perlé, personajes que nos han forjado”, destaca Mikki Lusardi, de Nacional Rock.

Elizabeth Vernaci.

Dos integrantes del staff de la radio online Futurock, Estefania Pozzo y Florencia Halfon, resaltan la presencia de Vernaci pero la primera de ellas apunta: “Me gustaría que hubiese cada vez más mujeres conduciendo, cada vez más voces diferentes en la radio, que me hagan pensar, que me hagan reír y eso implicaría menos voces de varones y más voces diversas que nos pateen el tablero”.

En similar sintonía, la periodista y locutora Valeria Sampedro, subraya que “estamos en una época donde cada vez más se multiplican las voces de mujeres”: “Yo me informo con María O’Donnell, aprendo con Luciana Peker, me río con María Isabel Sánchez o con la ‘Negra’ Vernaci, discuto con Cristina Pérez y me hace pensar Tamara Tenenbaum, pero si tengo que anclar en una me voy a una clásica que rescata la magia de la radio como es Luisa Delfino”.

Por su parte, la productora y conductora Nilda Sarli apunta: “Si pienso en mujeres y radio primero se me vienen dos nombres: Magdalena Ruiz Guiñazú y Elizabeth Vernaci. En el caso de la ‘Negra’ marcó un antes y un después en el rol de la mujer en la FM”.

Posdcast, el futuro

La posibilidad de acceder a documentales, ficciones y conversaciones sobre temáticas cada vez más específicas sin necesidad de mirar una pantalla, es una las grandes promesas de los podcast, contenidos de audio on demand que a cien años del aniversario de la radio argentina buscan cautivar con más y mejores propuestas a los usuarios locales.

Agustín Espada, magister en industrias culturales y becario doctoral del Conicet resaltó que “radio y podcast son dos formatos distintos de distribución de contenidos radiofónicos pero mientras la primera establece una relación simétrica entre tiempo de escucha y de emisión, el podcast tiene que ver con los tiempos de la cultura a demanda, a la carta, en la que uno lo escucha cuando quiere donde quiere por donde quiere”.