La declaración de Leandro Belasteguin (28), el único imputado por el crimen de un adolescente durante una reyerta en el barrio Pampa, se iba a llevar a cabo entre este miércoles y este viernes luego de que se conociera la decisión del propio detenido de dar su versión del hecho. Sin embargo, tras recibir un consejo de su defensa, esa diligencia recién la llevaría a cabo la próxima semana.

Según pudo saber LA CAPITAL tras consultar fuentes del caso, quienes representan legalmente a Belasteguin decidieron aguardar el resultado de la autopsia al cadáver de Milagros Tornari (15), cuyo informe recién les fue remitido al finalizar la jornada del martes. Ese fue el motivo de atrasar la declaración del joven, que se encuentra alojado en la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán desde madrugada del domingo 2 de agosto pasado, cuando se registró el asesinato.

Tal como era previsto, el análisis del documento forense llevará más de un día, por lo que la defensa del acusado decidió no presentar formalmente el pedido de citación a declaración indagatoria aún, y se supone que recién lo hará la próxima semana, una vez que ya tenga planeada su estrategia. Cabe recordar que fue el propio Belasteguin el que comunicó su deseo de dar su versión de los hechos hace pocos días, después de negarse a hacerlo en un primer momento, cuando fue detenido por la policía.

Por otra parte, vale agregar que el plazo de vencimiento de la prisión preventiva de Belasteguin que solicitó la fiscal Andrea Gómez se vence el lunes 31 de agosto. Si antes de esa fecha la investigadora no pide el procesamiento del imputado fundamentado en pruebas firmes, podría quedar en libertad.

En ese sentido, la familia de Tornari manifestó su preocupación este miércoles en Tribunales y exigió celeridad en el esclarecimiento del caso. Conforme trascendió, los allegados a la víctima se enteraron que los indicios que incriminan a Belasteguin son escasos hasta el momento, debido a que al haberse tratado de una gran reyerta en el que a la víctima le dispararon desde un edificio y es complejo para la fiscalía determinar si efectivamente el imputado fue el autor de crimen.

Entre otras cuestiones que favorecen a Belasteguin, se supo que los peritos no lograron establecer la distancia del disparo sufrido por Tornari, lo cual hace que no se lo pueda señalar directamente como el autor del tiro. También resulta clave que, al momento del hecho, la víctima llevaba puesta una campera que durante su breve pasaje por el hospital donde fue internada desapareció y luego fue a parar a manos de la familia, por lo que la policía no pudo secuestrarla para someterla formalmente a los peritajes correspondientes.

En suma, este miércoles se presentó a declarar el novio de la adolescente asesinada -que estaba embarazada de menos de un mes-, pero su testimonio no produjo revelaciones en la causa ni aportó pruebas contra el imputado, sino más bien todo lo contrario: sus dichos, de acuerdo a lo que pudo saber este medio, no sirvieron para fortalecer la acusación. De todas maneras, la familia de la adolescente ya le adelantó a los investigadores que la semana próxima presentará otros dos testigos que podrían sumar información relevante al expediente.

Milagros Tornari.

Enfrentamiento y crimen

El conflicto que terminó con el asesinato de Tornari se inició el sábado 2 de agosto por la tarde, cuando un adolescente de la villa Santa Rita fue golpeado por un hombre de los edificios del barrio Pampa. Por la madrugada del domingo, allegados al menor fueron a buscar venganza. Cerca de las 1.40 de la madrugada, el 911 recibió 17 llamados desesperados de vecinos de los edificios de Ratery, entre Bouchard y Vértiz, para denunciar que un grupo de personas intentaban entrar por la fuerza para buscar a un hombre.

La policía fue hasta el lugar y fue recibida a piedrazos por unas personas que serían de la villa Santa Rita (Vértiz y la vía) y tras un breve conflicto consiguieron dispersarlas. Sin embargo, para las 2.30 el conflicto se reanudó. Milagros Tornari se encontraba en ese lugar junto a su novio y recibió un disparo en el pecho.

Según la reconstrucción que se hizo en ese momento del caso, Balesteguin intentó huir y fue perseguido por las personas que estaban en el lugar. Al llegar a Fortunato de la Plaza y Ciudad de Dolores un patrullero de la comisaría decimosexta -con jurisdicción en la zona- frenó el accionar de las personas, lo subió al móvil y lo llevó a la seccional, donde quedó detenido.

La adolescente falleció en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) más tarde. Luego, los médicos que le realizaron la autopsia descubrieron que al momento de ser asesinada cursaba un embarazo de menos de un mes.