El presidente del Concejo Deliberante, Ariel Martínez Bordaisco, consideró que la sesión del viernes es “central” para la agenda de futuro de Mar del Plata, y destacó que es consecuencia del diálogo permanente entre el oficialismo y la oposición.

“Llegamos a esta sesión después de mucho debate en las comisiones. Vamos a tener por lo menos cuatro ordenanzas fundamentales para la Mar del Plata que viene en la pospandemia”, dijo el dirigente radical a LA CAPITAL.

El edil destacó, en principio, el Régimen Especial de Habilitaciones, “uno de los planteos que hizo el intendente Guillermo Montenegro en la asamblea legislativa de marzo”, que busca “darles mayores herramientas a los que deciden invertir en Mar del Plata para poder habilitar cuanto antes y que el Estado sea una solución y no un problema”.

En ese sentido, la norma “genera un sistema más ágil, con menor plazo para habilitar tanto industrias como comercios. menos trabas burocráticas y facilidades para cambiar rubros”.

Otro de los proyectos impulsados por el Ejecutivo que tendrán luz verde en la sesión del viernes es el del Compre Marplatense, que da prioridad a las empresas locales en las licitaciones. “Es un régimen de promoción y prioridad para la adquisición de los bienes del Estado. Hay un sistema de prioridades para que las empresas locales tengan un plus en cuanto a la competitividad”, subrayó.

Por su parte, el Programa de Asistencia Tributaria a los sectores “más golpeados por el aislamiento social, preventivo y obligatorio” genera “facilidades, reducciones y suspensiones de pago en concepto de tasas y derechos municipales”, marcó Bordaisco.

Según indicó, la iniciativa del Ejecutivo llegó después de “un proceso de mucho debate” y “propuestas de distintos bloques políticos que fueron debatidas e incorporadas”.

Martínez Bordaisco destaca el clima de diálogo político que generó la gestión de Montenegro.

A su vez, los corredores gastronómicos que se crearán prevén sectores para poner sillas y mesas en la vía pública. “Algunos ya están establecidos en la ordenanza que será aprobada y otros pueden ser incorporados por el Ejecutivo”, mencionó el presidente del Concejo.

“Fue una propuesta de la oposición que, al igual que muchas otras, fue considerada por el oficialismo”, indicó, e hizo hincapié en que “en el futuro de los sectores comerciales aparece la vía pública como central para evitar los espacios cerrados”, donde son más factibles los contagios de coronavirus.

Estas cuatro ordenanzas (Régimen Especial de Habilitaciones, Compre Marplatense, Programa de Asistencia Tributaria y Corredores Gastronómicos) moldean, de acuerdo a Bordaisco, una sesión en que “se va a ver un cuerpo debatiendo el futuro de la ciudad con creatividad, imaginación y escuchando todas las voces para mejorar la calidad de vida del ciudadano”.

Según Bordaisco, en este marco de diálogo y consenso funciona la Comisión de Reactivación Económica, otro de los espacios que creó el Concejo para permitir la reapertura de actividades en Mar del Plata. “Ya incorporó más de 50 sectores al funcionamiento de la ciudad”, señaló, al tiempo que destacó que “la comisión ha tomado decisiones sopesadas, debatidas, discutidas y con el acompañamiento de todos los sectores políticos”.

También fue aprobada la Comisión de Rediseño de la Tasa de Servicios Urbanos (TSU). “Es otra de las cuestiones que planteó el intendente Montenegro y fue parte del debate del presupuesto. Se planteaba la modificación de la fórmula que calcula la tasa por entender que ha quedado muy distorsionada”, explicó el concejal.

Para Bordaisco, durante años “los debates centrales del Concejo siempre pasaban por las mismas situaciones: presupuesto, fiscal e impositiva, el boleto y determinadas cuestiones más de un cuerpo que se encontraba a la defensiva”. En cambio, ahora “ha logrado escapar” a esa lógica y “debate una agenda de futuro difícil y excepcional para el después de la pandemia”.

El concejal valoró que esto se haya producido “tras un proceso de mucha dificultad y de enfrentamientos permanentes” durante la gestión anterior, y es posible porque “hay un oficialismo que siempre pone una silla en la mesa para debatir las políticas de la ciudad y una oposición que, aun con profundas diferencias, se sienta en ella”.