“Nos ha ido relativamente bien con la pandemia porque no tenemos que lamentar tantas víctimas. Pero tenemos que ponernos firmes porque no está funcionando esto”. Las palabras que pronunció este jueves el presidente Alberto Fernández en declaraciones radiales pueden dar un indicio de por qué, a 400 kilómetros, la Comisión de Reactivación Económica de Mar del Plata no avanzó con nuevas reaperturas: teme que haya que ir para atrás más pronto que tarde si la Nación y la Provincia deciden endurecer la cuarentena.

Varios integrantes de la comisión, conformada por autoridades municipales y concejales oficialistas y opositores, habían llegado al encuentro, que comenzó cerca del mediodía, con las expectativas altas. Incluso el secretario de Producción, Fernando Muro, había hablado el miércoles por Facebook sobre la posibilidad de que se fijara una fecha para el inicio de una prueba piloto en gimnasios y natatorios. La ilusión de los sectores involucrados era indisimulable. “Estamos con ansias por lo que pueda resolver la comisión”, repetían desde la Cámara de Gimnasios.

Estaban envalentonados, además, porque el lunes pasado el intendente, previa recomendación de la Comisión, extendió hasta la medianoche el horario de la gastronomía y permitió el funcionamiento de los shoppings en modalidad galería y dio un nuevo turno para salir a correr. 

Lo mismo sucedía con las ferias a cielo abierto, las escuelas de danza y surf y los diseñadores de alta costura: creían que este era el día de la vuelta a la normalidad. Así lo habían dejado entrever integrantes de la comisión en la previa de la reunión.

Pero la posibilidad de dar un permiso provisorio que en pocas horas pudiera caerse por efecto del anuncio presidencial, de algún cambio en el sistema de fases o de un retroceso de Mar del Plata a la fase 3 frenaron el ánimo aperturista.

“Sabemos que los sectores están con el agua al cuello. Sabemos que atraviesan una situación sumamente difícil. Pero tenemos que actuar con criterio”, explicó a LA CAPITAL una fuente de la comisión.

El gobierno y los concejales oficialistas y opositores evitaron dar un gesto del que pudieran arrepentirse rápido. “¿Qué pasa si damos el visto bueno y mañana se endurece la cuarentena y nos mandan a fase 3?”. La pregunta fue y vino a lo largo de la mesa del palacio municipal en que se trataron las reaperturas. “Sería una decisión de muy corto plazo”, evaluaron.

Todos interpretaron que la decisión más razonable hacer una pausa hasta el lunes –la comisión prevé reunirse a las 9– cuando ya se conocerán las tres variables que hicieron repensar el paso al frente: el mensaje político que irradiará el nuevo anuncio de la extensión del aislamiento y el distanciamiento social, preventivo y obligatorio; cómo continuará el sistema de fases en territorio bonaerense y en cuál de ellas encajará el distrito de General Pueyrredon la semana próxima con los nuevos contagios de coronavirus.