El hijo del contador que mató a Juan Gabriel Gómez (37) para defender a su padre de un robo declaró ante el fiscal Fernando Castro, explicó cómo ocurrieron los hechos de ese 18 de junio en el barrio Chauvín y aseguró que no llevaba el arma cargada.

El joven de 28 años, representado por el exjuez Aldo Carnevale, llegó a Tribunales este viernes a la mañana para declarar ante el fiscal Castro, quien lo imputó por “homicidio agravado” y “portación ilegal de arma”.

Entre las 10.30 y las 11.30, el joven expuso su versión de los hechos. Explicó que ese 18 de junio había acompañado a su padre hasta la oficina de Matheu al 2900 y, cuando se disponía entrar, sintió que el contador era atacado. El joven dijo que instintivamente se metió en el pasillo de ingreso de la oficina, sacó la pistola que llevaba en la campera y el cargador que llevaba en el bolsillo trasero. Luego salió y disparó contra el delincuente.

La explicación que llevaba el arma descargada es relevante ya que le fiscal lo había imputado también por “portación ilegal de arma“. El joven tiene permiso para tenencia y, entre los límites de la ley, tendría permitido llevarla descargada.

Además, el hijo del contador explicó que ese día llevaba el arma por pedido de su padre, ya que tenía que mover una importante suma de dinero.

El relato del joven es en la misma sintonía que lo que reflejaron las cámaras de seguridad: una acción de entre 4 y 5 segundos en la que disparó once veces. En esa acción Gómez recibió siete balazos y alcanzó a disparar una vez.

Para el abogado particular del imputado, Carnevale, el relato del joven y las pruebas existentes evidencian que actuó en la legítima defensa, ya que Gómez, que se encontraba armado, representó en todo momento una amenaza para su padre y para él.

El fiscal Fernando Castro no tomó medidas restrictivas contra el joven, quien continuará en libertad e imputado por “homicidio agravado”.