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Todos los 1º de diciembre se conmemora el día de lucha contra el VIH Sida en todo el mundo. Si bien desde 1988 hasta hoy se han reducido las infecciones en un 35% y las muertes en un 25% según estudios de la OMS y organismos internacionales, aún queda mucho por hacer.
Mientras el mundo se debate por nuevos tratamientos, en el barrio Florentino Ameghino jóvenes de la organización Aldeas Infantiles, que trabaja en todo el mundo por los derechos de niños y jóvenes y el fortalecimiento familiar y vincular, comenzaron a trabajar con la problemática VIH Sida y descubrieron lo que está en nosotros y tiene un poder importante: la naturalización del prejuicio. Ese que a veces lastima y genera indiferencias, donde se piensa que mejor dejémoslo así. Dañado. Por algo será. Y seguro malo.
Los chicos fueron trabajando con: si tomas un mate te podes contagiar, es una enfermedad de homosexuales y la prostitución, ya se acaba la vida pronto si estás infectado, no hay nada que hacer, ¿son delincuentes?, que se jodan tienen sexo en cualquier lugar. Las realidades del estar ahí, en la acción, nos dicen al oído. Recién estamos empezando ante lo inconmensurable de la tierra. Hay que ir paso a paso decía la frase futbolera de Mostaza Merlo.
Conocieron sobre el tema en la Fundación Huésped, a la Red Dar Más, salieron a preguntar por la peatonal a los adultos, prepararon y representaron una obra teatral en centros culturales y en Tecnopolis, presentaron su trabajo al equipo de salud del Centro de Salud Ameghino y se convirtieron en promotores ellos mismos para replicar información y conciencia en tres escuelas secundarias. Tomaron la posta junto a Charly y Luli, sus coordinadores, para hacer el camino de acompañar con acciones concretas una causa social tan importante para la construcción de una salud sexual disfrutable y responsable.
Es un gran aliento de protagonismo y decisión en la salud. Un camino donde el tiempo es infinito y la comunicación es diálogo. Donde somos y estamos.
El encontrarse, escucharse, opinar, investigar, dudar, planificar y hacer entre muchos, ahí, dentro de la cotidianeidad de esta ciudad y sus problemáticas son las semillas de un futuro mejor ahora y siempre.

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Mirar como si fuera la primera vez lo cotidiano de nuestra ciudad y su gente. Con ese fin nacieron estos escritos, que se desprenden de los micros radiales “Acercando el oeste y Mar del Plata”. Son voces barriales desde la salud, la comunicación y la integración comunitaria.