Los diez trabajadores del café La Fonte D’ Oro, que ayer habían sido hisopados de manera preventiva tras conocerse que un empleado es caso estrecho de un positivo de coronavirus, dieron negativo en los testeos y la empresa decidió reabrir la sucursal.

El resultado fue confirmado a LA CAPITAL por la responsable de Recursos Humanos de la empresa marplatense, quien manifestó tranquilidad tras comprobarse que ninguno de los empleados dieron positivo en los testeos que ayer realizaron en un laboratorio privado de la ciudad.

El análisis a parte del personal se decidió luego que un empleado, que trabaja de manera discontinuada en la sucursal de Colón y Buenos Aires, comunicara el domingo por la noche que un contacto estrecho suyo había recibido la confirmación de contagio de COVID-19.

En este sentido, y pese a que no exista un protocolo específico para contactos laborales de contactos estrechos, la empresa optó por hisopar a todo el personal de la sucursal: siete empleados y dos jerárquicos (el gerente de Operaciones y el director).

De hecho, los empresarios de la emblemática cadena de cafés también gestionaron el testeo del joven que tenía un contacto estrecho, pese a que un principio les habían indicado que él debía seguir la vía por la Municipalidad. “Lo hicimos ya que solo tenía indicación de cuarentena y aún no había sido hisopado”, indicaron, tal como lo establece el protocolo de casos estrechos dispuesto por el Ministerio de Salud de la Nación.

En este sentido, el resultado del hisopado del trabajador es el único que resta conocer (se daría a conocer en las últimas horas), mientras que los restantes dieron todos negativo.

Con los resultados negativos de todos los trabajadores que habían estado en el café en los últimos días, y tras efectuada este lunes una jornada de “profunda desinfección”, el café ubicado en el centro marplatense volvió a abrir sus puertas con los mismos estrictos protocolos de seguridad e higiene aplicados desde iniciada la pandemia.

La negativa de contagio entre los empleados del café trajo tranquilidad no solo a La Fonte D’Oro, sino también a todo el sector gastronómico de la ciudad, quienes atraviesan una profunda crisis.