En medio de la pandemia, la unidad marplatense estuvo por encima de la política partidaria
por Gerardo Gómez Muñoz
El título a simple vista parece menoscabar la función de la política, pero en realidad enaltece el valor de ella si se la usa en su cabal ejercicio. Cuando ya se había perdido toda esperanza de lograr una mejor calificación para habilitar la reanudación de diversas actividades comerciales, especialmente las gastronómicas, en el marco de las severas limitaciones legales a partir de la cuarentena, la conjunción del gobierno municipal, de todo el Concejo Deliberante, de diversas entidades y representaciones marplatenses y del gremio, trabajadores y empresarios del ramo, facilitó un logro apetecido.
El intendente Guillermo Montenegro, al contrario de lo que suelen hacer los políticos infatuados, rápidamente adjudicó el triunfo a todos los marplatenses y con ellos a la lucha para conseguir que se habiliten los cafés y diversas prácticas deportivas. Ahora espera que esfuerzos se coronen con la apertura de los restaurantes y confiterías que devolverían el trabajo y la paz a familias marplatenses.
En estas horas, la conducción nacional de los gastronómicos preanuncia una movilización en la Ciudad de Buenos Aires para reclamar. Tal vez ese sea el camino cuando la negativa se parece indebidamente a la terquedad. Entre nosotros hubo que recurrir a demostraciones callejeras y otras quejas, donde la actual concejal y líder legendaria del sindicato gastronómico, Mercedes Morro, aparecía en primera fila. Luego aportaba en el recinto, junto a Alejandro Carrancio, edil oficialista. Un verdadero ejemplo de lo que logra la política cuando cincha para la gente. Entre todos se redondeó lo que puede ser fundamental para la reconstrucción ciclópea que deberá encararse después de la pandemia cruel. A la experimentada conducción del debate de parte del coordinador de gabinete de Montenegro, Alejandro Rabinovich, se suma el aporte de Paula Mantero y Horacio Taccone, del Acción Marplatense liderado por Gustavo Pulti. Además desde el sólido bloque del Frente de Todos, que encabeza Marcos Gutiérrez, posibilitaron que Mar del Plata cuente ya con un instrumento de trabajo en unidad fundamental para los tiempos azarosos que se vienen. Basta mirar y escuchar cómo un personaje provoca incitando a la independencia, una mujer se cree comandante de viejos tiempos y otros -que deberían estar para dar fuerza y optimismo con vistas a lo que viene- se trenzan en internas. Pero no hay hasta ahora un instrumento mejor que la política para encuadrar un gobierno. La obligación general es la educación que enseñe a mejorar al ciudadano. En ese sentido, el Concejo Deliberante dio una lección.
La otra cara de la moneda
Al promediar la tarde de ayer en el parador de la la línea de transporte urbano 25 de Mayo facciones internas de la UTA prolongaban una vergüenza iniciada al anochecer del viernes y que en la madrugada del lunes tuvo escenas de pugilato y el retumbar de los balazos que despertaron pobladores del denominado “Barrio de la UCIP”, lindante con el predio donde estacionan los micros y se ubican las oficinas de “la 25 de Mayo”. Por milagro no hubo graves desgracias más allá de los cuatro ocupantes del sitio alcanzados por los balazos, aunque cabe puntualizar que uno fue herido en el abdomen. Ahora se discute si hubo balas de goma y también algunas de plomo.
El origen puede ser la disputa por la conducción sindical de la UTA que se divide en dos sectores: uno es el que conduce y la oposición que responde a la “Agrupación Palacio”. El primero está hace dos o más décadas en el poder: la oposición recuerda al desaparecido ex secretario general que falleció en un accidente automovilístico en el interior bonaerense y era un gran amigo del camionero Hugo Moyano. Ambos representaban una línea político sindical de gran proyección política. No es divagación sino la necesidad de clarificar por qué cuando los choferes locales de la UTA llegaron en la madrugada de ayer para recuperar la playa de estacionamiento vociferaban “somos de UTA y no de Camioneros”. Enseguida vinieron los disparos y los de “La Palacios” acusaban que no eran de UTA sino “barras bravas de Peñarol contratados”. Imprevistamente, al promediar la mañana, el corajudo Juan Inza(h) se hizo presente y los desafió, desde la escalinata de ascenso de un “bondi”, a una reunión conjunta, donde tuvo que oír de todo. No sólo se la bancó sino que se comprometió a solucionar muchos reclamos de los choferes y de los de “La Palacios”.
Cuando estaba para firmarse el acuerdo, los de UTA no habrían aceptado que firmen los adversarios “porque no tienen entidad institucional”…
Mirando de lejos
Prudencia, ocuparse de las cuestiones contingentes y mirar de lejos serían las sabias decisiones tomadas por las figuras más importantes en nuestra ciudad de Juntos por el Cambio de cara a la actividad partidaria provincial y nacional.
Guillermo Montenegro tiene de sobra con la gestión comunal y sus contingencias y cuida que su equipo se ciña a esta consigna: “No es el momento de peleas sino de empujar todos juntos. Estamos en medio de una crisis y tenemos que buscar soluciones concretas”.
Pareciera que ni se entera cómo viene estallando la interna partidaria con desaguisados protagonizados por “la comandante” Bullrich y la aparente búsqueda de “un segundo caso Nisman”, como dicen, desde la vereda de enfrente. Tal vez le baste ver cómo rechazaron al “Pato” y su metralla los amigos Mariú Vidal, Jorge Macri, Grindetti, Monzó y otros.
Su semana trajo satisfacciones: una operación exitosa que le eliminó una molestia seria para su actividad y la aprobación de todos los concejales de la habilitación de los cafés y siete actividades deportivas.
Esa conjunción basta y sobra, pero no deja de destacar en cuanto puede la buena relación con el presidente Alberto Fernández, de quien fue “alumno en la Facultad y luego profesor colega”. Tampoco se olvida de destacar la excelente relación y trato que tiene com Axel Kicillof.
El otro dirigente con cartel propio en el frente macrista y muy destacado por el presidente de la UCR, Alfredo Cornejo, es el presidente del bloque frentista en La Plata, Maxi Abad.
Muy activo siempre, pero escurridizo, casi subterráneo como un topo, cuando la ocasión lo aconseja… Ahora aprovecha para trabajar intensamente en la Legislatura “para recuperar el tiempo”, afirma.
Eufórico se lo escuchó este fin de semana que consiguió “colar este jueves varios proyectos, sobre todo uno con fuerte impacto en las pymes e instituciones perjudicadas por el aislamiento”.
Un concejal curioso
El radical alfonsinista, concejal del Frente de Todos, Roberto Páez, anda curioseando para confirmar o no si el intendente Montenegro ha gastado cierto dinero. Se trata del que habría recibido de la Provincia para determinados fines, pero desviado al pago de salarios… Bueno, ¿sería tan grave si esos fondos luego se derivan al fin predeterminado? Alguna vez no tan lejana se solía hacer eso, nos dijeron, para no angustiar a los empleados con la demora.