La crisis que desde hace alrededor de dos años arrastra la empresa Eskabe se vio potenciada por la pandemia de Covid-19. En Mar del Plata, la producción de este año “está perdida”, admiten desde la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), que por todos los medios busca evitar el cierre, pero también las suspensiones y los despidos propuestos por la firma para seguir adelante.

En la planta ubicada en avenida Champganat y Bransen, dedicada a la fabricación de calefactores, termotanques, cocinas, entre otros productos, se advierte desde el 2018 una fuerte baja en sus ventas y la dificultad de hacer frente a los costos de producción.

Desde el 2019, en consecuencia, vienen aplicándose reducciones horarias, retiros voluntarios, pagos desdoblados y retenciones de tareas, un escenario de conflicto que, ahora, a raíz del impacto económico de la pandemia, volvió a poner en jaque la continuidad laboral del personal.

Con la producción prácticamente frenada, la empresa Eskabe había propuesto suspender a todos los empleados hasta el mes de marzo de 2021, con solo el 50% del salario. No fue la única salida. Se evaluó también despedir a 120 operarios entre la planta de Mar del Plata y la de San Martín (esta última se encuentra en el AMBA y está inactiva). Ambas posibilidades fueron rechazadas de plano por la conducción local de la UOM.

En las últimas horas se llevó a cabo una nueva audiencia virtual entre el gremio, el Ministerio de Trabajo de Nación, y representantes de Eskabe. En la misma se resolvió rechazar las propuestas que la empresa presentó, tanto la suspensión con medio salario como los despidos.

En ese sentido, José Luis Rocha, secretario general de la UOM local sostuvo que durante este cuarto intermedio, “la idea es trabajar en conjunto con la empresa y el cuerpo de delegados para poder mejorar esta propuesta y llegar a marzo lo mejor posible”.

Desde el gremio mencionaron que la empresa en su momento manifestó la intención de que precisaba desvincular a 170 trabajadores. Dicho número bajó a 120, unos 50 obreros menos. Esto fue rechazado de plano ya que la intención del sindicato metalúrgico es la conservación de las fuentes laborales.

“No queremos perder ningún puesto de trabajo para poder llegar a marzo de 2021 en condiciones de afrontar un proceso productivo que mejoré la estabilidad de la empresa”, expresó Rocha, y señaló que “lamentablemente este año está prácticamente perdido en cuanto a la producción porque lo que ya no se hizo es difícil que se pueda hacer ahora”.

Otra de las posibilidades que planteó la patronal es la del retiro voluntario, pero según el dirigente metalúrgico, “hoy por hoy, arreglar por el dinero que está ofreciendo la empresa no es conveniente para ningún trabajador”.

Esta tarde habrá una nueva reunión entre la comisión directiva y el cuerpo de delegados para comenzar a trabajar en pos de llegar a un acuerdo con Eskabe en la reanudación de la audiencia el próximo 13 de julio.