Los choferes nucleados en la Unión Tranviarios Automotor (UTA) continúan con las medidas de fuerza y se cumplió una semana sin servicio nocturno del transporte público de pasajeros en General Pueyrredon.

La retención de tareas iniciada el lunes pasado tiene como objetivo impedir la suspensión de choferes anunciada por la Cámara Marplatense de Empresas de Transporte Automotor de Pasajeros (Cametap) y deja a la ciudad sin circulación de colectivos entre las 22 y las 6.

“Estamos esperando una respuesta de Cametap. Hasta que no nos garanticen que no va a haber suspensión, va a persistir la retención de tareas”; confirmó el secretario general adjunto de la UTA, Adrián Giménez.

El conflicto comenzó hace una semana cuando la Cámara Marplatense de Empresas de Transporte Automotor de Pasajeros (Cametap) anunció la suspensión de personal en el marco de la emergencia sanitaria causada por la pandemia de coronavirus.

La decisión afecta a unos 270 trabajadores (el 30%) y entra en vigencia el 1 de julio. La UTA denunció que los choferes ya recibieron los telegramas de suspensión.

Por otra parte, el sindicato que nuclea a los choferes también espera una respuesta ante la falta de pago a los choferes de colectivos de media distancia, servicio que quedó inactivo desde iniciado el aislamiento social, preventivo y obligatorio por ser interjurisdiccional.

Los trabajadores de las líneas 221 y Costa Azul, ambas sin servicio desde el 20 de marzo por comunicar diferentes distritos, sólo cobraron un porcentaje del salario de mayo. “Estamos preocupados por esa situación”, sostuvo Giménez.

De no haber una pronta solución, la UTA advirtió que las medidas de fuerza pueden intensificarse. “Tenemos todo en agenda, no descartamos nada”, señalaron.

Desde que comenzó la medida de fuerza, no hubo avances en el conflicto. “Sabemos que la medida afecta a un sector importante de la población pero tratamos de que el prejuicio sea el menor posible”; explicó el dirigente.