“Se que somos varios los que nos vamos reinventando”. Lo dice el actor y animador Martín Viñao, quien lanzó hace menos de un mes Mucakes, un emprendimiento artesanal y familiar de cosas dulces: budines, tortas y otras confituras que realiza junto a su compañera e hija.

Viñao es uno de los tantos artistas de Mar del Plata que vio cómo se detenía su actividad: su agencia de animaciones hace unos meses que está parada. Y en crisis pandémica no lo dudó: mudó la creatividad. Del escenario pasó a la cocina. “Vienen pedidos a toda hora”, dice.

La repentina quietud en el sector del entretenimiento movió a muchas personas en el mismo que Viñao. Algunas con experiencia, otros sin ella pero movilizados por la necesidad económica, no son pocos quienes ofrecen diversas propuestas: dulces o saladas, siempre con el boca a boca, los precios populares y las redes sociales como eternos aliados de la movida.

Es el caso de Sandra Caula, una actriz marplatense que lanzó “Cocina de olla”, una manera de rememorar los guisitos de la abuela: estofados, guiso de mondongo, salteados de verduras y otras comidas.

“Empecé porque tuve que dejar proyectos teatrales y emprendimientos que estaban por salir a la luz, hubo que poner la creatividad en otro lugar, y no sabía que me apasionaba tanto la cocina. Arranqué para poder sobrevivir a esta pandemia y lo hago con el corazón”, cuenta la actriz a LA CAPITAL. Hace veinte días que comenzó y no le va nada mal: el miércoles último tuvo un récord de pedidos.

“Maldito Huemul” es el flamante emprendimiento de Mauro Martínez: hace casi un mes que comenzó. Es un actor de la ciudad que, antes de la cuarentena, estaba a punto de arrancar a trabajar en el equipo de gestión de la sala El Telón. Con la actividad en pleno parate, reflotó la receta de los tacos y armó su propio set.

“Lo hago para sostenerme, me pareció interesante porque no estaba en mis planes”, dice y admite “el éxito” de la iniciativa. Prepara durante la semana y entrega en persona los viernes, sábados y domingos.

Por su parte, Jorge Cortese es, además de actor, un pastelero que trabaja en un restaurante de la ciudad. Por la inmovilidad del sector gastronómico, trabaja menos días. La situación lo obligó a relanzar su línea de postres: mousse de chocolate, mousse de chocomenta, tiramisú, cheesecacke y otras dulzuras de pastelería.

“Arranqué hace dos años, dejé por el teatro y volví por la cuarentena”, admite. “Muchos colegas del teatro y la gente amiga se copó” con su propuesta, agrega, un dato que repiten otros “cocineros-artistas”: si bien el menú de ofertas va dirigida a quienes deseen, muchas veces son los mismos artistas quienes más consumen.

Así también le pasa a Marcela Cardozo, una actriz que lanzó “Ricor” (conservas caseras, panes, milanesas de berenjenas y pastas frescas). “Soy artesana del cuero, trabajé muchísimos años haciendo accesorios de cuero, pero me fundí el año pasado. Yo no genero recursos que vengan del área artística, porque trabajamos en cooperativas y no hago docencia, siempre sostuve mi carrera con otras cosas que hacía”, cuenta. Con la cuarentena como norma, decidió retomar su amor por la cocina, tal como su mamá, y expandirse, con nombre y menú definido.

Otra emprendedora es Paula Esteve, actriz y docente de teatro, una de las marplatenses que integró “Departamento de soltero” durante la temporada pasada junto a Laurita Fernández y Nicolás Cabré. Ingeniosa, propone su “Viandita rockera” especializada en comida vegetariana: cada menú alude a un ícono del rock.

Tiene las limonadas John Lemon, leches vegetarianas Milk Jagger, hamburguesas Diego de la Vegan, sus panes Pan MacCartney o Pan Halen y sus David Brownies. Además, implementó cada quince días, en una suerte de edición especial, sushi de verduras: Sushi Q.

“La viandita rockera surgió hace dos años, en plena ‘macrisis’, recién me había separado, estaba estudiando teatro, no podía tener un trabajo fijo y surgió en forma de vianda. El año pasado cuando lo retomé decidí hacerlo como congelado”, cuenta y agrega que un restaurante que hace delivery se interesó por sus hamburguesas, otra ayuda para estos tiempos de plena resiliencia.

En esta misma línea se inscriben dos de los músicos de la banda de rock Félix y los sin Fritz, Juan Costantino y Félix Fritz, quienes producen y reparten sus Miki Mus: mousse de chocolate que arman desde la primera hora del aislamiento. Y, creativos, ya se animan a ir por otros gustos.