El doctor Pablo Bagnati destacó las estadísticas sanitarias de los afectados por Covid-19 en la ciudad pero reclamó una “apertura ordenada” de la prolongada cuarentena, que está afectando al cerebro de diversas maneras. El especialista en desórdenes de conducta y adultos mayores resaltó que pacientes con otras patologías “dejaron de tratarse” y por eso destacó la importancia “del distanciamiento, no el aislamiento”.

Antes de la charla virtual que brindará este viernes, en diálogo con LA CAPITAL, describió los efectos negativos que produce el prolongado confinamiento y las formas de neutralizarlos.

“La ansiedad -explicó- es un mecanismo de defensa pero cuando se vuelve patológica provoca malestar, aumento del stress y dificultades en el sueño”. Esos síntomas también están acompañados por “ideación catastrófica y presentificación, que van a contramano del desear y proyectar”.

El doctor Pablo Bagnati, especialista en adultos mayores y en desórdenes de conducta, analizó los efectos del aislamiento social.

Ante esa situación, el psiquiatra recomendó evitar “la sobreinformación”, especialmente la surgida a través de “las redes sociales, que dan una catarata de información que no siempre es fidedigna”.

Si bien recordó que un estudio reciente de la Universidad de Buenos Aires estableció que “uno de cada dos argentinos dijo tener bastante o mucha incertidumbre”, apeló a “la calma, porque las curvas estadísticas son buenas y en medicina y en la ciencia cuando las curvas son buenas y terminan siempre siendo coherentes”.

“Estamos en el pico -describió-, tenemos que tener optimismo porque falta poco. No hay que cultivar el pensamiento apocalíptico porque hace mal al cerebro”.

Olas

Bagnati recordó que la mayoría de los gobiernos latinoamericanos hablan “de la ola del Covid, con los infectados y no infectados”, pero a su entender existen tres más dónde hay que poner el foco.

“La segunda ola -señaló- está relacionada con las enfermedades prevalentes y la suspensión de tratamiento en patologías cardiovasculares, hipertensión, pulmonares y oncológicas”.

La tercera ola impactó en “la interrupción de los cuidados de las condiciones crónicas, con el cierre de los centros de días”, ejemplificó, mientras que la cuarta afectó “en la salud mental, con trauma psicológico, injuria económica social y síndrome del ‘burn out’ o quemado”.

Por eso, a su entender -y más allá de las estadísticas sanitarias locales-, hoy “el gran desafío de Mar del Plata es la flexibilización urgente, armónica y sensata para asistir a las otras tres”.

Diversidad

Si bien los efectos negativos abarcan a toda la población, cada franja etaria reacciona de manera diferente. Así, consignó que “a los mayores se los divide en grupos de hasta 85 años y con más de 85 años. Después de esa edad la persona no tiene casi nada que le de sentido de vida que no sean los afectos y están dispuestos a infectarse y hasta morir con tal de no perder esa libertad”.

En Mar del Plata, con casi el 20 por ciento de la población conformada por adultos mayores, esa situación “se está viendo mucho. Estoy teniendo un problema porque los pacientes no responden al tratamiento habitual a la depresión”, advirtió.

Asimismo, específicamente en pacientes con Mal de Alzheimer, consideró que se vive “una catástrofe” porque el confinamiento “va a contramano de todos los diagnósticos para ellos, ya que deben fortalecer una vida social integrada, hacer ejercicio y tener estimulación cognitiva”.

Bagnati reiteró la necesidad de “una urgente flexibilización” y resaltó que “las autoridades locales manejaron muy bien la primera parte de la pandemia, al crisis sanitaria, ahora hay que reflexionar sobre las otras tres olas”.

Charla virtual

El próximo viernes, desde las 17, el doctor Pablo Bagnati disertará virtualmente sobre “Fortalecernos en la pandemia. La nueva realidad” organizada por el centro Integral de la Memoria (GAMA). Para poder participar de la misma es necesario inscribirse previamente en http://lnnk.in/cab7.

GAMA es una organización sin fines de lucro de la ciudad, con más de 30 años, cuyo objetivo principal es contribuir a “la mejora de las condiciones de vida de las personas que padecen Mal de Alzheimer o enfermedades semejantes y de sus familiares”.