El secretario de Gobierno de la comuna, Alejandro Vicente, admitió que ante la compleja situación económica por la que atraviesa la Municipalidad, el Departamento Ejecutivo finalmente “está evaluando” la posibilidad de adoptar “alguna medida” en relación a los sueldos que perciben los más de 100 funcionarios políticos que integran el gabinete del intendente Carlos Arroyo.

Vicente explicó hoy las razones por las que el gobierno resolvió aplicar una medida de ajuste en el gasto, consistente en congelar el ingreso de personal, recortar las horas extras y suspender el pago de licencias no gozadas por 120 días.

En una entrevista con María Delia Sebastiani en LU6 el funcionario finalmente reconoció que ahora sí, la comuna podría achicar el gasto que consume la planta política.

No obstante volvió a mostrar su incomodidad frente a este tema, protagonizando un duro cruce con la periodista y acusando al diario LA CAPITAL de haber dado a conocer una “nómina salarial que no es la real” al publicar días atrás cuáles son los sueldos básicos de los funcionarios, de acuerdo a lo dispuesto por la ordenanza complementaria del presupuesto.

Tras admitir que ahora el Ejecutivo analiza tomar algún tipo de decisión en materia de gasto político Vicente hizo al aire un reproche contra este medio. “Lo que publicó el diario hace algunos días atrás no es la realidad. No es ese el salario que percibe un funcionario público”, aseguró.

Y trató de desmentir la información diciendo que se dio a conocer una nómina salarial que “no es la real”.

Vicente argumentó su versión diciendo que los montos de los haberes tienen “recortes del 35% de Ganancias, 14% de aportes jubilatorios” por los que los montos de bolsillo se “reducen casi en un 50%” respecto de lo publicado.

Las cifras aludidas son las que figuran en la ordenanza complementaria del presupuesto vigente, que establece los montos de los haberes básicos de los funcionarios, que en un caso como el suyo, siendo Secretario, asciende a los $93.669,90.

En rigor, la cifra -surgida de una información de acceso público, que puede ser consultada por cualquier ciudadano- no contempla los descuentos. Pero tampoco incluye las bonificaciones que incrementan las remuneraciones, conformando en cada caso el salario de bolsillo.

“Hay que ser prudentes al difundir las noticias de los salarios de los funcionarios públicos porque es algo que pagan los contribuyentes, lo reconozco. Por un lado es algo que se cobra por ejercer una tarea en la que uno se esfuerza todos los días, con muchísima responsabilidad. Y por otro lado se está difundiendo algo muy sensible porque nadie trabaja gratuitamente”, se quejó.

Además dijo que los montos de los salarios de los funcionarios políticos no fueron establecidos por la actual gestión, sino por “una norma legal sancionada hace muchísimos años que dispone cuanto se va a cobrar”.

Además, aseguró que a diferencia de lo que ocurría durante la anterior gestión, actualmente los miembros del gabinete no realizan gastos en telefonía celular ni en viáticos.

Por otro lado, Vicente explicó cuáles serán los alcances del decreto de ajuste firmado en las últimas horas por el intendente. En el caso de las horas extras, aseguró que “había un uso abusivo” por lo que se resolvió “usarlas cuando se necesitan en servicios esenciales”.

Internas en el gabinete

El gasto político comenzó a instalarse como un tema dentro de la gestión de Arroyo semanas atrás, cuando empezó a hacerse evidente que durante el actual ejercicio, el nivel de déficit y de deuda de la comuna está adquiriendo una dinámica inquietante.

De hecho es probable que al finalizar 2016, ambos indicadores terminen peor que como concluyeron al finalizar la gestión del ex intendente Gustavo Pulti.

Ni bien desembarcó en la secretaría de Economía y Hacienda en junio, Gustavo Schroeder, advirtió el enorme impacto que habían tenido algunas medidas adoptadas durante el primer semestre de este año, tales como haber otorgado una suba salarial del 26% para los municipales y haber aplicado un aumento de tasas a destiempo, lo que deterioró los ingresos de la comuna.

La diferencia entre ingresos y gastos es cada vez mayor y la deuda, cada vez más grande.

Por eso propuso dar un golpe de timón y marcó la necesidad de comenzar a aplicar rigurosas medidas de ajuste.

El reciente decreto que congela las vacantes, recorta horas extras y suspende el pago de licencias sería sólo una de ellas.

Dentro del gabinete hubo quienes ante este panorama consideraron necesario actuar primero mediante un “gesto”, consistente en reducir los sueldos de los funcionarios políticos para luego avanzar con otros recortes.

Quien expresó la postura más drástica al respecto fue el secretario de Salud, Gustavo Blanco, quien aseguró que dadas las circunstancias él trabajaría sin cobrar un salario. Su declaración provocó un tembladeral dentro del Ejecutivo, donde algunos pretenden evitar ser afectados por el incipiente programa ajuste en curso.