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Arte y Espectáculos 27 de mayo de 2020

Rock fuerte desde el balcón

La propuesta de cuarentena de Rober Hard Rock, desde su departamento céntrico.

Rober Hard Rock.

 

“La gente está predispuesta a los aplausos. No se pudieron escapar”. Rober Hard Rock se ríe, dice que no le costó mucho planificar un show desde el balcón de su departamento, en pleno centro, para ofrecer su música a los vecinos y vecinas e insuflar energía en este largo aislamiento social de la cuarentena. Puso las pistas que tiene grabadas en su casa, apuntó los equipos para el lado de la ventana y empezó a tocar canciones propias y de músicos que admira, todos “grandes violeros”.

Varios fines de semana de abril llevó a cabo sus conciertos desde el balcón, para la sorpresa de los pocos transeúntes que pasaban por la calle Moreno. Una vecina algo molesta por la música llamó a la policía pero hasta los efectivos de la fuerza de seguridad se prendieron al aplauso general cuando terminó el recital.

Mientras planea otro “balconazo rockero” para estos días de “no menos de una hora” con el fin de conformar a los vecinos que se lo piden por sus redes sociales, Rober recuerda que hace treinta y cinco años que se dedica a tocar la guitarra. Tras integrar famosas bandas marplatenses –Némesis, Crimen, Vértigo- decidió emprender su camino musical en soledad.

Algunas malas experiencias con colegas lo llevaron a seguir el consejo que el mismo Pappo le dio después de escuchar cómo hacía sonar su guitarra: “Y tocá solo”, le dijo el autor de “Rock and roll y fiebre”, cuando el marplatense le contó los dilemas que se producían en el interior de los grupos que integraba.

Así, logró de a poco poder desarrollarse musicalmente y hacer lo que quería sin encorsetamientos. Ni peleas. “No me quedó otra que salir al ruedo solo, y pude tocar muchísimo más”, reconoce el

artista, que fue testigo y protagonista de primera mano del nacimiento del rock local entre los años ’80 y ’90.

“Lo mío es muy ochentoso, no salí de ese molde, y no quiero salir, fui muy feliz en esos años porque había un movimiento rockero impresionante en la ciudad”, cuenta y recuerda que las primeras agrupaciones de rock eran seguidas por hasta quince mil personas en los festivales que se organizaban.

También docente de artes marciales –su otra actividad-, Rober dio forma a “Escape en Rockcity”, un disco conceptual que empezó a grabar antes de la cuarentena y que planifica terminar a fin de año. Será su primer disco, con arte de tapa de su amigo, el dibujante Juan Carlos Quattordio. Programa lanzarlo de manera virtual.

Todas las canciones se centran en la historia de un músico que escapa de la ley vigente en esa ciudad ficticia, en la que la fuerza desprecia el rock y alienta otros géneros musicales, “la cumbia y el reggaetón”, aclara. “Levanto las banderas del rock, porque el rock es fuerza y es ir para adelante”, entiende. Acaso sea la misma fuerza que busca contagiar entre quienes lo escuchan tocar desde su balcón, algunas tardes frías de cuarentena.