Todas las tardes una serie de personajes fantásticos, las luces y el sonido convierten al foyer del Teatro Auditorium en un universo mágico. Así durante las vacaciones de invierno se pone en escena “Jarana”, una performance de baile, malabares, artes circenses y música en vivo que apoyados en la tecnología del mapping generan un show de alto impacto sensorial.
“Jarana” es un ambicioso proyecto en el que trabajan casi cuarenta personas, artistas y jóvenes que forman parte de los programas de “Almacenes culturales” en Apand y el “Programa Social del Plan de Gestión Integral de RSU (residuos sólidos urbanos)”, en donde se implementa un proceso de erradicación del trabajo infantil de niños, niñas y adolescentes concurrentes al playón de descarga de residuos domiciliarios de la ciudad de Mar del Plata.
Esta puesta implicó no sólo la articulación de áreas municipales y provinciales, sino también la ocupación de mayor cantidad de personas que en ediciones anteriores del ciclo “A desaburrir el invierno”. Y fue viable gracias al compromiso de poner a disposición la oferta institucional/comunitaria y garantizar la posibilidad de inclusión de los niños en un trabajo conjunto y colaborativo.
Héctor Martiarena, integrante del grupo Almacenes Culturales, fue el responsable de gestionar el nexo entre los distintos programas y el Teatro Auditorium.
“La articulación fue posible gracias a la confianza que se deposita en el otro y a compartir ideales de trabajo en pos de beneficiar a los chicos. La convicción de trabajar sobre una política de niñez y adolescencia en relación a los chicos de Mar del plata como sujeto de derecho. Entendiendo que los chicos tienen derecho a participar de los ámbitos públicos de la ciudad y acceder a bienes culturales y ser productores de esos bienes culturales y por eso estamos acá. Por esa convicción”, comentó Martiarena
A su vez, agregó “estamos orgullosos. Sabemos que trabajamos por los pibes que están siendo vulnerados. Son chicos de entre 16 y 18 y tenemos como objetivo su inserción socio-laboral, priorizando sus motivaciones”.
Por otro lado, Silvia Guerrero, una de las coordinadoras del equipo social Girsu (Gestión integral de residuos sólidos urbanos), dijo “el objetivo de este programa es que los chicos dejen de trabajar en el predio del ex basural y a través de una beca se incorporen al sistema educativo a actividades deportivas, artísticas, culturales”.
En contacto con Almacenes Culturales y con el Teatro Auditorium surgió la idea de incorporar a los chicos del plan Girsu y que pudieran trabajar en el Ciclo en el marco de un trabajo adolescente, hecho a través del Ministerio de Trabajo. “Van a cobrar por esta presentación y además manejan los propios elementos que construyeron en los talleres previamente”, explicó Guerrero.
La trabajadora social manifestó que durante el año trabajan con 50 chicos, sin embargo diez fueron los que se postularon para acercarse al Auditorium. Y aclaró “Venimos trabajando con estas familias desde el 2009. Muchos de estos chicos han dejado de ir al basural y se han incorporado a distintas actividades. Lo que vemos en estos pocos meses es un cambio total de vida”.
“Es inexplicable la satisfacción de estar acá. Mientras trabajaron los talleres se entusiasmaron en algo que nunca habían visto, como un taller de arte para hacer una máscara o aprender una técnica. Ser incluidos y escuchados”, reveló Guerrero y agregó “Jarana les permitió incrementar la responsabilidad y el interés. Empezaron a verse creativos, la mayoría de ellos no tiene experiencia en talleres artísticos. Así como también, desarrollan responsabilidad. Al principio lo íbamos a buscar a los barrios, porque muchos de ellos no se movilizaban, no conocían ni el centro ni el teatro, previamente hicimos una visita al teatro. Después pasamos a enseñarle a venir en colectivo y este último tiempo vienen solos”.
Finalmente comentó: “Socialmente esta experiencia supera todo, y demuestra cómo con muy poco se puede incluir a estos chicos que están excluidos de todo, que vienen de una situación tan dramática como vivir de un basural. Con ellos trabajamos para que tengan un nuevo proyecto de vida para que se vean, educados que tengan una posibilidad de vida mejor. Para que tengan un nuevo proyecto de vida, que lo puedan elegir”.
También, en el show participa el grupo de percusión de Apand a cargo de Marcos Leonardo Spennato, quien explicó: “Hace más de un año que comenzamos con este taller. No tuvimos mucho tiempo de ensayar porque nos llego la música cuatro días antes del estreno. Entonces ensayábamos sobre diferentes músicas para lograr la concentración de tocar a cierta velocidad sin perdernos y después entre presentación y presentación vamos ensayando”.
“Mi objetivo es que puedan conocer que hay otros tipos de trabajo, hay otras formas de expresarse. Esto es un disparador para que puedan elegir una carrera artística que sepan que existen instituciones gratuitas a las que pueden acceder”, concluyó Spennato.

Los chicos de Girsu

Cristian Colman: “Lo que nos gusto a nosotros es que es la primera vez que podemos participar de un hecho artístico como este. Me gusto hacer los títeres. Siempre éramos cinco o seis que íbamos todos los martes y viernes a trabajar. Estuvimos trabajando como dos meses en este espectáculo.
Al principio me ponía nervioso, las primeras veces. Ahora ya no porque lo hicimos varias veces. Entramos en confianza y nos vamos divirtiendo cada vez más. Nos gustaría seguir haciendo títeres.
Jeremías Pineda: “Lo mismo. Tenía nervios. Quiero tener la posibilidad de seguir haciendo esto. Hay que meterle pila para seguir haciendo y adelante. La parte que más me gusta es la del fuego porque tiene potencia, tiene fuerza. La del agua es la más romántica. En el momento estamos muy concentrados en lo que hacemos y no podemos ver al público”.
“Siempre estamos temprano, porque venimos a hacer algo que nos gusta. Por eso somos responsables, nos gusta que los chicos se diviertan. Nos gusta eso de poder brindar algo a los demás”.