El día más esperado por los comerciantes marplatenses llegó. Después de dos meses, muchos reclamos, y con un inevitable derrumbe económico, asoma una luz de esperanza: hoy podrán levantar las persianas con un estricto protocolo para evitar el contagio del coronavirus.

La autorización para uno de los sectores más golpeados económicamente por la pandemia, se anunció el domingo pero se formalizó en la tarde de ayer. Fue cuando el intendente Guillermo Montenegro firmó el decreto en donde se autoriza la apertura de locales de venta minorista de bienes en comercios que den a la calle.

En principio, el permiso tiene validez a partir de hoy y por un plazo de 72 horas, en las que los comerciantes “deberán respetar y hacer respetar las condiciones de seguridad e higiene dispuestas en los protocolos sanitarios correspondientes”. El plazo de tiempo se debe a que se espera que el gobierno nacional lo autorice a través del Boletín Oficial. Hasta el cierre de esta edición no había ocurrido por lo que la firma del intendente le da un marco legal a la medida.

El horario de apertura de los comercios será de lunes a viernes de 11 a 17 y sábados de 9 a 15, debiendo permanecer cerrados los domingos y feriados.

La Municipalidad aclaró que no está permitida la actividad comercial en shoppings o ferias, ni la permanencia en espacios públicos con fines recreativos y que tampoco se podrán utilizar los bancos públicos o el mobiliario urbano en general con tal fin, incluso para descansar o sentarse.

También recalcó que los locales gastronómicos, cervecerías y afines continuarán operando con la modalidad “para llevar” o “reparto a domicilio”, no admitiéndose ninguna otra forma de atención al público. En ese sentido, se deja expresamente aclarado que se encuentra prohibido el consumo en vía pública, paseos, parques y plazas de los productos allí adquiridos. Esta medida busca evitar los desbordes que se produjeron hace dos semanas durante la prueba piloto.

Además se aplicará un estricto protocolo de seguridad para evitar la propagación del virus. Algunos puntos: los clientes deberán ingresar a los locales utilizando tapaboca o barbijo obligatorio; dentro del establecimiento se autoriza la permanencia de hasta un 50% de la capacidad total habilitada sujeto a que se cumpla la distancia mínima de 1,5 metros entre personas; de no haber espacio dentro del local, desde la puerta de acceso se deberá formar una fila lineal no serpenteante respetando la distancia mínima de 1,5 metros entre personas; y se deberá realizar higiene de manos frecuentemente con agua y jabón durante 40 segundos que incluya palmas, dorso de manos y muñecas.

El municipio ya había elevado el pedido de reapertura pero la confirmación recién se conoció ayer. La escasa cantidad de casos de Covid-19 en Mar del Plata fue el principal argumento para pedir la apertura. También el deterioro económico de todos los comercios cerrados durante la pandemia.

“Desde la finalización de la prueba piloto de reactivación económica en General Pueyrredon no se ha detectado una variación sustancial de la situación epidemiológica”, remarcó ayer Montenegro y agregó que en la actualidad, “no existen casos confirmados de coronavirus Covid-19 en tratamiento en camas de terapia intensiva en el Partido”.

La diferenciación entre la actualidad de Mar del Plata y la de Capital Federal y Gran Buenos Aires fue decisiva para que autoridades provinciales y nacionales den el visto bueno para que vuelva la actividad.

Los autorizados

Los que venden bienes no esenciales (ropa, juguetes, electrodomésticos, muebles, repuestos, vinotecas, mercerías, jugueterías, peluquerías y similares); bares, restaurantes, cafeterías, heladerías, cervecerías, sandwicherías, casas de comida únicamente con servicio a domicilio y/o “para llevar”. No se permite el consumo dentro del local o en la calle. Comercios de bienes esenciales (almacenes, supermercados, carnicerías, panaderías, peluquerías, ferreterías, farmacias y servicios habilitados como Ripsa, Pago Fácil, bicicleterías, talleres, gomerías, telefonía, inmobiliarias, pinturerías y similares). Comercios situados en galerías. Servicios de cercanía de service de TV y tecnología, tapicerías, zapaterías, tintorerías, sastrerías y similares.

Los que no pueden abrir

Servicios de esparcimiento (videojuegos, bingos, hoteles, salones infantiles, salones de fiesta y similares). En ferias comunitarias no pueden abrir los comercios no esenciales.

Servicios de tratamientos de estética, solarium, manicuría y depilación. Tatuadores. Shoppings y ferias en las calles (ferias artesanales, de antigüedades y similares). Venta ambulante, pochocleros, heladeros, foodtrucks. Gimnasios y similares.

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